Momento oportuno
Hace poco me han propuesto algo que hubiera preferido que no me propusieran pero, una vez puesto encima de la mesa, lo propuesto ha supuesto mucho más de lo que, sin duda, se proponían proponer.
Lo primero que pensé fue “no es el momento oportuno” y, por una vez, se trataba de una de esas impresiones rápidas que salen directas del fondo del alma y no necesitan argumentos porque tienen en sí mismas toda la razón. Efectivamente el momento no podía ser más inoportuno. Como tiendo a creer más en las causalidades que en las casualidades pensaba: “¿Si éste no es el momento oportuno porqué esta propuesta?” Mil quinientas vueltas de cabeza después estoy en el mismo sitio que al principio, claro, es lo que tiene dar vueltas, al final, acabas en el mismo lugar. Pero a fuerza de pasar por el mismo sitio me he terminado dando cuenta de algo.
Que algo –o alguien- llegue en un momento inoportuno es una oportunidad, grande y maravillosa, para explorar esos recovecos de uno que hacen que en principio las cosas no encajen. Al final no siempre cuadran, de hecho sigo sin entender porqué y sin saber qué hacer, porque el momento me sigue pareciendo el más inoportuno, pero estoy muy contenta de haber sido capaz de aprovechar la oportunidad para entender los porqués de mi propio momento, aunque siga sin saber lo que quiero, al menos me he acercado –y mucho- a entender lo que no quiero. Y es que a veces las grandes oportunidades llegan así, en el momento menos oportuno.
Hace poco me han propuesto algo que hubiera preferido que no me propusieran pero, una vez puesto encima de la mesa, lo propuesto ha supuesto mucho más de lo que, sin duda, se proponían proponer.
Lo primero que pensé fue “no es el momento oportuno” y, por una vez, se trataba de una de esas impresiones rápidas que salen directas del fondo del alma y no necesitan argumentos porque tienen en sí mismas toda la razón. Efectivamente el momento no podía ser más inoportuno. Como tiendo a creer más en las causalidades que en las casualidades pensaba: “¿Si éste no es el momento oportuno porqué esta propuesta?” Mil quinientas vueltas de cabeza después estoy en el mismo sitio que al principio, claro, es lo que tiene dar vueltas, al final, acabas en el mismo lugar. Pero a fuerza de pasar por el mismo sitio me he terminado dando cuenta de algo.
Que algo –o alguien- llegue en un momento inoportuno es una oportunidad, grande y maravillosa, para explorar esos recovecos de uno que hacen que en principio las cosas no encajen. Al final no siempre cuadran, de hecho sigo sin entender porqué y sin saber qué hacer, porque el momento me sigue pareciendo el más inoportuno, pero estoy muy contenta de haber sido capaz de aprovechar la oportunidad para entender los porqués de mi propio momento, aunque siga sin saber lo que quiero, al menos me he acercado –y mucho- a entender lo que no quiero. Y es que a veces las grandes oportunidades llegan así, en el momento menos oportuno.
La Gaceta los Negocios 27 de febrero de 2009
4 comentarios:
Gracias por publicar este artículo.
¿¡Qué casualidad que alla estado pensando en este tema con un tema personal que tengo entre manos...!?? jejejej
Desde estas líneas mucho ánimo y seguiremos vuestros post.
Un fraternal saludo.
Muchas gracias por tus palabras Gizatar!
¡¡¡Qué bien!!! ¡¡¡Nuevas pisadas!!!
Por fin un post! Tenía yo cierta sensación de hambre...
Publicar un comentario