"¡Qué estrecha es la puerta y que angosto el camino que lleva a la vida!"
Mt 10, 14
Pensaba colgar una foto de un cartel que dijera "Cerrado por vacaciones"... pero el Evangelio de hoy y esta foto me dicen lo contrario... No se cierra nada... al contrario... mi alma se abre por vacaciones!
Es estrecha la puerta y me cuesta despojarme de lo que abulta y estorba para la VIDA! Por la puerta no cabe mi ego ni mi ansia de ser aprobada por el mundo, de gustar a todos (cuando gusto a todos termino disgustandome mucho a mi), no cabe mi miedo ni todo lo que "necesito" para sentir que tengo todo controlado... sólo quepo yo... mi pequeñez, mi debilidad y mi limitación... y cuando me atrevo a pasar así, sin más, descubro que no necesito más, que no quiero más.
El camino es angosto y tiene momentos de tentación, desilusión y tristeza... pero merece la pena andarlo aunque a veces tengan otros que llevarme, aunque por protegerme no deje que la ilusión sea vivida con toda la realidad que se puede... aunque me haya perdido cierta parte de empujón... aunque aún ahora me cueste creerlo mañana será realidad!
Un poco desubicada procuro que en mi maleta no falte ilusión, capacidad para dejarme sorprender más allá de lo que sueño, humildad y agradecimiento hacia todos los que hacen posible el sueño... ojos abiertos y manos vacías para que se llene mi corazón...
Con temor a que se me cuele la culpa, desisto de intentar echarla y le dejo su espacio. Así me olvido de seguir luchando con ella y cuando dejo de alimentarla es cuando comienza a morir... de hambre... así de sencillo...
Decido ser feliz... decido!
Parece mentira y resulta imposible y absurdo que lo infinito tenga puerta. Que aunque la inmensidad la desborde se hace imprescindible pasar por ella porque importa el camino por el que se llega, la manera de alcanzar las cosas...
Quizás el camino sea parte de la meta... quizás hasta sean la misma cosa...
Camino es lo que tengo hoy por delante, ante mi. Para gozarlo e incluso cuando crea que llego sólo estaré caminando, transitando...
Sólo tengo cada momento para disfrutarlo y ser feliz en él... y lo que es más importante para hacer felices a aquellos con los que los comparto en cada ocasión (aunque la mayoría de las veces mis limitaciones me lleven a conformarme con no hacerlos infelices).
El cansancio y la incredulidad me hacen difícil que estalle el gozo pero no me importa... tiene su propio tiempo y estallará cuando lo tenga que hacer y cómo tenga que hacerlo... quizás no siempre haya en la vida fuegos artificiales... casi me alegro... porque cuando la paz rompe tranquila impregna y cala en todos los rincones de mi alma...
Ya no sueño con sumergirme en tranquilas y saladas aguas y que el mar me abrace y me sacuda refrescándome y azuzando mis tibiezas... no sueño porque es, porque será... espero tranquila y disfruto...
Según escribo me doy cuenta de lo feliz que soy! Ojalá sea capaz de hacerte llegar un poquito de lo mucho que me invade...
De Colores
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