viernes, 30 de octubre de 2009

Complicando lo sencillo




Me voy este fin de semana con este tesoro para reflexionar que comparto contigo.

Espero que te guste.

Es del Santo Hermano Rafael

"¡Cuántos tortuosos caminos hay que recorrer para llegar a lo simple!

¡Qué cosa más incómoda es la complicación y cómo gustamos los hombres de complicárnoslo todo!

Muchas veces, si no practicamos la virtud es debido a nuestro complicado modo de ser, que rechaza lo que es sencillo. Muchas veces no llegamos a comprender la grandiosidad que se encierra en un acto de sencillez porque buscamos lo grande en lo complicado, buscamos la grandiosidad de las cosas en la dificultad de las mismas.

La virtud…Dios….la vida interior…¡qué difícil me parecía vivir eso!

Ahora no es que yo tenga virtud, ni mis conocimientos de Dios y vida de espíritu están completamente claros, pero he visto que a eso se llega precisamente por todo lo contrario, se le llega a conocer por la sencillez y la simplicidad de corazón. Un acto de amor no tiene ninguna dificultad…lo verdaderamente difícil es querer conocer a Dios escudriñando sus misterios. Por lo primero, llegaremos a Dios, por lo segundo, no.

¡Virtud!..ah, eso es para Santos…algo dificultoso de practicar.

Sí, efectivamente; pero para tener virtud no hace falta estudiar una carrera, ni dedicarse a profundos estudios; basta el acto simple de querer; basta, a veces, la sencilla voluntad.

¿Por qué a veces no tenemos virtud? porque no somos sencillos; porque nos complicamos nuestros deseos, porque todo lo que queremos nos lo hace difícil nuestra poca voluntad que se deja llevar de lo que agrada, de lo cómodo, de lo innecesario y, muchas veces, de las pasiones.

No tenemos virtud, no porque sea difícil, sino porque no queremos.

No tenemos paciencia…porque no queremos.

No tenemos templanza…porque no queremos.

No tenemos castidad…por lo mismo.

Si quisiéramos, seríamos todos Santos…¡es mucho más difícil ser ingeniero que ser Santo!

Si tuviéramos fe…

Quita de tu corazón todo lo que estorba y en él hallarás a Dios. Ya está todo hecho. Muchas veces buscamos lo que no hay, y, en cambio, pasamos al lado de un tesoro y no lo vemos.

Esto nos pasa con Dios, que le buscamos en la vida de abstracción, en la lectura, muchas veces más perceptible a la inteligencia que al corazón. Le buscamos en una maraña de cosas que a nosotros nos parecen mejores cuanto más complicadas. Y sin embargo, a Dios le llevamos dentro y ahí no le buscamos.


Si quisiéramos, seríamos Santos, pero somos tan tontos que no queremos…preferimos perder el tiempo en estúpidas vanidades. Pero yo estoy muy contento, porque he visto que todo es sencillo y simple, y eso está a mi alcance."


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De Colores