miércoles, 29 de octubre de 2008

El canto del gallo



Decía Mons. Suquía que "es siempre más importante amar que tener razón". Compré esta frase para hacerla mia pero me temo que está, como tantos programas de mi ordenador, instalada pero no ejecutada.

Y eso que cuando tengo razón, sin darme cuenta, me subo en burro en el que voy más cómoda que en un coche de caballos y no tengo ni necesidad de parar pa ver el paisaje.

Asi me ha pasado.

Este fin de semana me regalaban fijarme en San Pedro. Vivió con el Señor, probablemente fue de los que más cerca de Él estuvo, de los que más le escuchó. Fue testigo de los grandes momentos y sacó pecho a la menor oportunidad para decirle a Jesús: "Cuenta conmigo que aquí estoy yo!"

Sin embargo, pese a haber estado taaaantoooo tiempo con Él, ¿podemos decir que Pedro se había encontrado con el Señor?

Resulta que el bueno de Pedro necesito que Dios permitiera sus tres negaciones, necesitó oir cantar al gallo para darse cuenta de todo!

Pues a mi me ocurre igual. A veces el canto del gallo es el llanto de alguien querido a quien hago sufrir, a veces la tristeza en los ojos de aquel a quien he fallado, a veces el tono dolido del que ofendido...

No me alegro de mis malas actuaciones pero le doy gracias al Señor por servirse de mi pecado para ayudarme a convertirme, a darme cuenta de que sólo hay una cosa importante, a darme cuenta e intentar hacer vida que siempre es más importante amar que tener razón.

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De Colores

sábado, 25 de octubre de 2008

Parar para avanzar





En vacaciones tengo la sensación de ir viajando en un tren de vapor. La velocidad permite contemplar el paisaje y disfrutar del camino. El traqueteo me mece y adormece mis ansias. Pero mi tren empieza a acelerarse y se convierte en un AVE en el que los paisajes son rayas que no dejan distinguir los colores, el chacacha es un zumbido que me aturde los oídos y me mareo.

Digo con demasiada asiduidad “a ver si nos vemos!” y sueño con que “un día de estos” haré todas esas cosas que mi corazón necesita: un café para arreglar el mundo, un paseo en bici, una cena en familia, una tarde de sofá y novela,... todo eso que haré el 34 de juliembre, ósea, nunca.

Me descubro despachando por email con los míos las inquietudes y anhelos de mi corazón. Los deseos, las ilusiones, los planes se convierten en guiones numerados dispuestos a tomar forma de cita en mi outlook. Una pena.

Me debato entre dejarme llevar y convertirme en el conejito de Alicia en el País de las Maravillas y excusarme ante todo lo que me pierdo con un “llego tarde, llego tarde” o como Mafalda plantarme con gesto mohíno y gritar “que paren el mundo que me bajo!”.

Quiero vivir pudiéndome parar para mirar a los ojos de quien tengo enfrente, para poder escuchar los corazones que laten cerca del mío, para poder respirar hondo y ser consciente de que estoy viva.

Entonces recuerdo una llamada de atención que se les hace a los peregrinos: “Peregrino, detente. Cuanto más te paras más avanzas”.


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De Colores

martes, 21 de octubre de 2008

Deporte Urbano



Hoy no me puedo resistir a una de risas... una de deporte urbano! a la 1 a las dos y a las tres!

Además del vídeo os recomiendo estos dos enlaces:

Deporte Urbano 2 y Deporte Urbano 3


Que lo disfrutéis muuuuchoooo!!!

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De Colores

viernes, 17 de octubre de 2008

Miedo a perder



La ciencia ficción no es lo mío. No soy capaz de sacar nada en claro de lo que no me entra en la cabeza, me bloqueo intentando entender lo que no comprendo.

Pero la Guerra de las Galaxias es una excepción. Por edad debería haber crecido conviviendo con Jedis, Skywalkers y princesas Leia o Amidala. Sin embargo mi “conversión “a la fuerza, como todas, fue tardía.

Más allá de espadas láser y vainas voladoras me quedo con la enseñanza que saqué al ver lo que al bueno le vuelve malo. Es un descubrimiento ver como lo que provoca la maldad del malo malísimo es, en su origen, algo bueno.

El chico lo tiene todo: es poderoso y atractivo, está enamorado y espera un hijo. Una noche sueña que su mujer muere en el parto y ahí empieza todo.

El miedo a perderla le va constriñendo y deformando y él va cayendo en la tentación más vieja del mundo: creerse dueño de lo que, en realidad, se le ha regalado. Intentar salvar a su mujer y su hijo como si fueran propiedad suya le lleva a perderles y a perderse.

Y es que lo que pone música a nuestra vida no suele ser más que un pájaro pequeño al que, a veces, por miedo a que se nos escape, le apretamos tan fuerte en nuestras manos que lo ahogamos.

El miedo a perder casi siempre nos lleva a perder las cosas, las personas y a nosotros mismos. No puedo asegurar que un punto de despreocupación nos garantice mantener lo que nos importa pero si que un poco de abandono ayuda, al menos, a vivir más tranquilos y eso es ya un paso.


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De Colores

jueves, 16 de octubre de 2008

Sin palabras



Tenía intención de celebrar las 10.000 pisadas pero no puede ser. Estas imágenes han llegado hasta mi y casi todo lo demás que había en mi cabeza ha pasado a un segundo plano.

Siento (y advierto) la dureza de las imagenes. Yo me he quedado, en fin, sin palabras. Me parece muy fuerte y muy duro. Reconozco que me he debatido entre si colgarlo o no y espero no haberme equivocado.

Ojala no tuvieramos que ver cosas así... pero porque no existieran.

Quien quiera saber más de esta asociación No más aborto

Unámonos en la oración y el compromiso con lo que cada uno tenemos al alcance.

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De Colores

miércoles, 15 de octubre de 2008

En mi propia piel



¿La felicidad es una meta o una forma de recorrer el camino?

¿Existe una situación, un lugar, un momento o unas circunstancias que nos den verdaderas garantías de que seremos felices?

¿Se puede ser feliz siempre y en cualquier circunstancia?

A pesar de que muchas veces vivimos intentando reunir todos esos requisitos la realidad contradice la teoría (si es que ésta fuera cierta).

Yo no sé cuántas personas conozco que tienen todo menos la felicidad. Otras, sin embargo, no tienen nada pero tienen ese algo que hace que todo sea diferente; ese algo que hace que se pueda sacar una sonrisa al dolor y un poco de paz a la rabia.

Este verano escuché a una amiga reconocer que aunque sus vacaciones eran maravillosas estaba deseando que llegara la vuelta a la rutina: los niños, los colegios, el trabajo de cada día... porque su vida le hacía tan feliz que no imaginaba mejor cosa que vivirla y disfrutarla a cada momento.

Creo que fue el énfasis sincero de la verdad de su corazón que se abría al decir “tan feliz” el que me hizo comprender que el secreto se esconde en estar verdaderamente a gusto en nuestra propia piel, en ser capaces de mirar con cariño y aceptar hasta los golpes y magulladuras del día a día en nosotros.

Debe ser así de sencillo. La felicidad -no la de los fuegos artificiales, sino ese mar en calma, ese calorcito que acaricia el alma y nos esponja el corazón- no está tanto en hacer lo que se quiere sino en amar lo que se hace porque, en definitiva, hasta los peores momentos son una oportunidad de darnos cuenta de que estamos vivos y, ¿no es eso motivo suficiente para ser feliz?


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De Colores

lunes, 13 de octubre de 2008

Milú peregrino



Pues este es Milú. Uno de mis compañeros de trabajo. Suele estar en el flexo de Ana Munin, sujeto con celo observando y escuchando todo lo que pasa (que no es poco!). Cuando alguno de mis compis de curro se va de viaje se lleva a Milu y luego sus aventuras y desventuras gráficas se cuentan en su propio blog >Milú por el Mundo.

He tenido la suerte de llevarme este fin de semana a Milú, no de viaje, sino de peregrinación!!!

Milú ha sido uno de los afortunados pasajeros del bus número 2 con destino a la Ultreya Nacional de Santiago!

Podría hablar mucho de lo mucho que el Señor me ha hablado llevando a Milú! Estoy muy contenta de haber compartido con él mi peregrinación y ojalá, con el tiempo, pueda contaros que trajo en el camino de vuelta mucho más que fotos!

Milú ha sido uno de esos pequeños detalles que el Señor utiliza para decirme "Sigue caminando, Ultreya, adelante!"

Podréis encontrar las aventuras y desventuras de Milú en su propio blog o en grupo de Facebook: Milú y sus amigos por el mundo.

Estoy ya deseando poder llevar a Milú a Estrasburgo, a Roma a ver a Elenita y luego, de nuevo a Roma, a la tumba del Apostol San Pablo!



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De Colores

miércoles, 8 de octubre de 2008

Padre Nuestro




PADRE NUESTRO "NO DIGAS"

No digas "Padre" si cada día no te comportas como un hijo.

No digas "nuestro" si vives aislado en tu egoísmo.

No digas "que estás en los cielos" si sólo piensas en las cosas terrenales.

No digas "santificado sea tu nombre" si lo invocas con tus labios pero tu corazón está alejado de Él.

No digas "venga tu reino" si lo confundes con el éxito material.

No digas "hágase tu voluntad" si no la aceptas cuando es dolorosa.

No digas "el pan nuestro de cada día" si no te preocupas de la gente que pasa hambre.

No digas "perdona nuestras ofensas" si guardas rencor a tus hermanos.

No digas "no nos dejes caer en la tentación" si no evitas las tentaciones del pecado.

No digas "líbranos del mal" si no tomas partido contra el mal.

No digas "Amén" si nos tomado en serio las palabras del Padrenuestro.



Hoy que el Evangelio recoge la manera en la que el Señor nos enseña a rezar llamando Padre a Dios traigo aquí un tesorito que una amiga me ha hecho llegar hace unos días.

Es la "versión" del Padre Nuestro de una enferma que vive en la casa de las Misioneras de la Caridad en Madrid.

No precisa comentarios...

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De Colores

lunes, 6 de octubre de 2008

Témporas de acción de gracias (y de petición)




Uno de los recuerdos más insistentes que tengo de mis padres cuando era pequeña era esa frase que casi sonaba a coletilla cada vez que alguien me daba o hacía algo... "Ainhoa, ¿qué se dice?" y mi pereza orgullosa de niña que cree que todo "se lo merece" luchaba por conseguir hacer salir por la boca un tímido "gracias".

Mis padres, con mucho amor y paciencia, tuvieron que enseñarme a dar las gracias, lo de pedir creo que venía de serie (por eso lo pongo entre paréntesis).

Pues la Iglesia, por si en algún momento tengo tentación de dudar que es mi Madre y que me ama, cuida y vela por mi, hace lo mismo. Hoy se celebran las témporas de acción de gracias (y petición, insisto que no creo que esto merezca atención especial en mi caso). Tres días (a veces condensados en uno) en los que la Iglesia nos invita a darle gracias a Dios! La Madre Iglesia nos sostiene en sus manos y mirándonos con amor espera a que levantemos los brazos al Padre y le demos las gracias por tantos dones recibidos de Él.

Especialmente recomendable la lectura de hoy del Deuteronomio (Dt 8, 7-18) que nos llama la atención sobre nuestra tendencia a olvidar que TODO lo recibimos del Señor y a ver cómo esa tendencia se acentúa cuando las cosas "nos van bien".

Yo hoy le doy gracias al Señor por ir graduando mi vista para verle en las cosas sencillas y cotidianas, en mi vida de cada día. Por enseñarme a ver su grandeza en lo pequeño. Le doy gracias por cuidar de mi y de los mios, por estar en mi vida y no dejarme que me separe de Él.

Y tú, ¿por qué le das gracias al Señor?

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De Colores