martes, 30 de diciembre de 2008

¡Feliz 2009!




Gentileza de mi amiga María esta sugerencia de oración de Fin de Año y doce preciosas intenciones... una por campanada.

Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de Ti.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.

Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.

En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo Tú sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.

Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.

DOCE CAMPANADAS

Para el nuevo año te ofrecemos doce frases, como doce campanadas:

1. Agradece el pasado como don de Dios.
2. Vive el presente con esperanzas y creatividad.
3. Di “sí” al paso de Dios por tu vida.
4. Confía, Dios te encomienda cosas grandes.
5. Valora lo pequeño, llegarás a lo grande.
6. Mira a la vida con sencillez y amor.
7. Ten buen humor, pase lo que pase.
8. Perdona y pide perdón.
9. Haz algo por el otro y serás feliz.
10. Atento, Dios te habla cada día.
11. Dios cuenta contigo.
12. Ama la vida, ama al mundo, ama a Dios.

Que Dios te bendiga hoy y siempre


¡Feliz -y santo- 2009!

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De Colores

lunes, 29 de diciembre de 2008

¿Feliz Año Nuevo?




Os comparto algo de lo más gráfico y representativo que he leído últimamente sobre estas fiestas que se avecinan:

¡Dentro de nada... Nochevieja, ¿eh? ¡Qué estrés! Yo en nochevieja me siento... me siento... no sé, me siento como un toro, ¿no? Cuando llega la fiesta miro alrededor y me da la sensación de que todo el mundo se lo está pasando bien, menos yo.

El estrés comienza con la cena. Aquello parece una prueba del Gran Prix: Tienes que llevar calzoncillos rojos, tener algo de oro para meterlo en la copa,preparar las doce uvas...

Y contarlas varias veces, porque, como son todas iguales, te equivocas:

- Una, dos, tres, cuatro... una, dos, tres, cuatro, cinco, seis...
Esta pocha ya la he contado... Una, dos... siete, ocho... ¡Joder, las doce menos veinte!

¡Chavalín, trae el Rotring, que las voy a numerar, como en el Bingo!

Y tu madre:

- ¿Queréis venir, que se enfrían las gambas?

Que esa es otra: te tienes que comer todo lo que está en la mesa... Y antes de las doce!; que, con las prisas, más que pelar gambas, parece que estás
desactivando una bomba.

- ¡Coño, las doce menos diez! ¡Mamá, no me da tiempo: hazme un sándwich con el cochinillo, que ya está terminando Cruz y Raya!

Y no eres el único que está agobiado, ¿eh? No hay más que ver la tele.

Allí están Ana Obregón y Ramón García, explicando a toda España como funciona un reloj.

Acojonados por si se equivocan:

- Cuando la aguja pequeña esté en las doce y la grande también.. serán las doce.

(¡Coño, como todas las noches!)

- Y entonces bajará la bola y... luego vienen los cuartos, ¡no vayan a empezar a comerse las uvas, ¿eh?

Vamos a ver: ¿por qué nos explican mil veces que nos comamos las uvas en los cuartos y nadie nos explica por qué tiene que bajar una bola? ¿Qué clase de reloj es ése?

Cuando por fin llegan las doce, en toda España se oye lo mismo: Cla,
cla, cla, cla... es la bola: cla, cla, cla... Din-don...

- ¡Ah no, que son los cuartos!

Din-don...

- ¡Escupid que son los cuartos!

Din-don...

- Pfbbbbbbbb... ¿qué son qué?

Din-don...

- Los cuartos...

Ton...

- ¡Ahora, ahora!

Ton..

- ¡Una!

- ¡Que no, que vamos por la segunda!

Ton...

- Pues me meto dos...

Ton...

- Seis...

- ¿Cómo que seis?

Ton...

- A mí ya no me caben más, ¿eh?

Ton.. -¡Eh!, tú, ¡deja mis uvas!

Ton...

- ¡Es que se me ha caído una al suelo!

Ton...

- Bgrfds...

Ton...

- Bggggdffffff...

Ton...

- A mí ya no me quedan...

Ton...

- Bgggggdffffff....

- ¡Pues a mí me sobran cuatro!

Ton...

- Bfgggggggg, grounfffffff...

Y cuando acaban, toda la familia con la boca llena de babas, a darse besos:

- Feliz año, eeeeeeeeeh, felicidades, grfdddfd...

Y suena el teléfono: ¡riiiiiiiiiing!

- ¡Pero coño! ¿Ya están llamando? ¿No se pueden esperar?

- Pues a mí todavía me sobran dos...

- ¡Champán, que alguien abra el Champán!

Pero, bueno, ¿a vosotros os parece lógico empezar el año así?

¡Qué estrés, de verdad!

Pero como es Nochevieja... tienes la obligación de divertirte. Así que después te vas a un fiestorro a un sitio en el que, si caben mil personas, el dueño ha decidido meter a cinco mil doscientas. ¡Muy bien! ¡Cuatro mil doscientas más de las que caben!
¡Quédate en la calle si te apetece, con la pelona que está cayendo!

Así que entras. Lo bueno que tiene ir a un sitio así es que te puede pasar cualquier cosa. A mí el año pasado me ocurrió de todo. Yo estaba tan tranquilo,tomándome mi cubatita de garrafón, cuando de repente un tío me cogió por detrás y me dijo:

- ¡¡¡¡COOOOOOOOONGAAAAA!!!!!

Y, claro, que vas a hacer, pues te pones a bailar... ¡Eso te lo hace un tío en el autobús y le partes la cara! ¡Pero como es Nochevieja... ! ¡Pues hala! Y de repente te das la vuelta y llevas cien personas enganchadas a tu culo. ¡A ver como escapas de ésta! Porque una conga es como una secta: entrar es muy fácil pero salir es muy jodido. Porque en el garito hay como doce congas girando a toda pastilla...

Bueno, pues iba yo conduciendo mi conga... por mi derecha, cuando, de pronto, me veo venir en dirección contraria una conga suicida conducida por un gordo con casco de vikingo. Yo le iba a hacer ráfagas, pero como las congas no llevan ni luces ni nada... pues, para evitar la colisión, di un giro brusco a la derecha... ¡Y me
tragué entera una columna de espejitos! ¡Siniestro total!

Doce heridos leves y una columna de espejitos destrozada. Y yo, con una ceja abierta tirado en el suelo pensaba: cagao!

Y en ésas, me desmayé.

Al despertar estaba en la sala de urgencias, rodeado por todos los de mi conga. Algunos todavía no se habían desenganchado; habían venido corriendo detrás de la ambulancia.

Bueno, las urgencias en Nochevieja, hay que vivirlas. Si en la sala caben cincuenta personas, el dueño ha metido a ciento cincuenta... Como el de la discoteca. Y como allí también es Nochevieja, el camillero lleva un gorrito de moro, la enfermera un collar de hawaiana y el que te cose la ceja unos dientes de Drácula, ¡que te da una confianza... ! El tío te dice:

- ¿Qué ha sido? ¿Con una moto?

- No, con una conga.

- ¡Ay!, si es que van como locos con las congas...

Cuando salí de allí me quería ir a mi casa, pero como era Nochevieja, acabé a las ocho de la mañana con la ceja grapada en un bareto...

- Oiga, póngame un chocolate con churros.

- Pues sólo nos queda Nesquick y algunos dónuses... Es que los últimos churros se los han tomado los de una conga, ¡traían un cachondeo...! Había un gordo que llevaba un casco de vikingo... ¡No le digo más! Y es lo que yo le digo a los clientes: si no disfrutas en Nochevieja, ¿Cuándo vas a disfrutar?

FELIZ AÑO 2009

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De Colores

domingo, 28 de diciembre de 2008

Una familia feliz...




La Sagrada Familia era una familia feliz porque en ella estaba Dios ergo si Dios está en mi familia, mi familia será una familia feliz.

Puede que no sea fácil pero suena sencillo.

Feliz día de la Sagrada Familia.

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De Colores

jueves, 25 de diciembre de 2008

Hoy te rindo mi ser



Hoy te rindo mi ser

Este es mi deseo
honrarte a Ti
con todo mi ser
te adoro a Ti.

Con todas mis fuerzas
te alabaré
mi adoración
eres Tú.

Hoy te rindo mi ser
te doy mi corazón
yo vivo para Ti.

En cada palpitar
mientras haya aliento en mi
Dios haz Tu obra en mi.


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De Colores

martes, 23 de diciembre de 2008

Feliz Navidad




Feliz Navidad para aquellos que aman la libertad,
porque de ellos es el espíritu mismo de la Navidad.

Feliz Navidad para aquellos que la vida saben amar,
porque sus regalos serán eternos y no algo temporal.

Feliz Navidad para los que ven en todo hombre su igual,
porque su abrazo es eterno, nunca se termina de dar.

Feliz Navidad para aquellos que no saben pedir,
porque esta es su oportunidad para dejar a Dios dar.

Feliz Navidad para los simples, los sencillos, los que no se quieren complicar,
porque cuando Dios busque un pesebre en ellos va a pesar.

Feliz Navidad para los que menos tienen, los enfermos, los pobres, los pequeños,
porque el mismo Dios será su regalo y junto a ellos se sentará.

Feliz Navidad para todos los hombres de buena voluntad,
porque los ángeles han dicho que verán la Gloria de Dios y que de ellos es la paz.

Feliz Navidad para ti, porque la Navidad existe por ti.

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De Colores

domingo, 21 de diciembre de 2008

Desde el fondo del mar



Tú eres Dios

Desde el fondo del mar
del más alto lugar
del más hondo abismo
te alabaré.

Desde mi corazón
fuerte o débil esté
cada instante de mi vida
con gozo yo diré

Qué tú eres la roca eterna
Señor sobre cielo y tierra
Tú eres Dios

Qué toda criatura adore
Que toda nación se postre
A ti, Señor, Tú eres Dios

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De Colores

jueves, 18 de diciembre de 2008

El mayor abrazo de Dios



A menudo, muy a menudo, en realidad casi siempre, busco sentirme abrazada por Dios. Descansar mi cabeza en la roca firme y perderme en el amoroso abrazo del Amor que nunca falla. Vamos, ser el niño de esta imagen que estaba puesta junto al altar en una preciosa Adoración en la que tuve la gracia de estar hace poco.

Buscaba y buscaba no sólo ser ese niño, sino sentirme ese niño, pero no lo conseguía.

Al día siguiente, en aquel maravilloso retiro, hubo una oración en la que en un momento dado, a los pies del altar, se pusieron sacerdotes y laicos para rezar por los que querían acercarse. Yo me di cuenta como, al final, se abrazaban y pensé "será ahí donde voy a poder sentir ese abrazo", pero me daba vergüenza ponerme en la fila.

Entonces, alguien dijo: "Te estás pensando ponerte o no en la fila, te da vergüenza. No temas, ve" Así que me levanté (a la vez que otros cincuenta para ponerme en la fila). Pero cuando iba recorriendo el pasillo hacia detrás para ponerme la última -colarse no está bonito- vi al fondo de la sala un sacerdote y entendí que debía irme a confesar y así lo hice.

Fue una confesión preciosa, preciosa y larga, y cuando terminé yo quería volver a entrar en la capilla a ver si continuaba la oración y podía -por fin- recibir mi ansiado abrazo.

Cuando entré, los sacerdotes estaban impartiendo ya la bendición a toda la asamblea y el que presidía la celebración dijo:

"Ahora vamos a recibir el mayor abrazo que Dios nos da:
la señal de la cruz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo"

Sólo puedo decir AMEN y gracias Señor!

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De Colores

martes, 16 de diciembre de 2008

Yo creo en las Promesas de Dios



Yo creo en las promesas de Dios

Yo creo en las promesas de Dios
Yo creo en las promesas de mi Señor.

Si soy fiel en lo poco
Él me confiará más.
Si soy fiel en lo poco
Mis pasos guiará.

Yo creo en la misericordia de Dios
Yo creo en la misericordia de mi Señor.

Yo creo en el poder de Dios
Yo creo en el poder de mi Señor.

Yo creo en el Amor de Dios
Yo creo en el Amor de mi Señor.

Yo creo en la Presencia de Dios
Yo creo en la Presencia de mi Señor.



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De Colores

lunes, 15 de diciembre de 2008

Por correo



La semana ha empezado con una grata sorpresa en mi buzón. ¡El primer christmas, vamos, la primera felicitación navideña! ¡Qué ilusión comprobar que no era de El Corte Inglés, ni del banco ni de ninguna tienda que, con la excusa de felicitarme “las fiestas”, me recuerda que sus ofertas son las mejores en perfumes, discos o corbatas! Se me iluminó la cara al ver el sobre escrito a mano, con un sello (de esos que dan ganas de coleccionar) con su correspondiente matasello y todo.

Al sacar la tarjeta me llené de purpurina y pequeñas estrellas de colores que se habían desprendido porque, para rizar el rizo, no era una tarjeta pre-escrita, sino una cartulina dibujada, decorada y escrita a mano especialmente para mí por alguien mayor de 12 y menor de 65 años. ¿No es para maravillarse?

En medio de todos esos montones de felicitaciones que se envían entre las secretarias en estos días, eso sí, a nombre de unos jefes que como mucho verán una lista de los que se han acordado de ellos; en una de esas sacas ha viajado este trocito de cariño que desayuné el martes.

¿Por qué no abarrotar los árboles y belenes de cartulinas cariñosas en lugar de atestar los ordenadores con correos electrónicos en cadena reutilizados de años anteriores? (De los sms masivos ni hago comentarios.) No sé si seré capaz pero me gustaría resistirme a la tentación de dedicar el fin de semana a “adelantar compras” y enviar –por correo- mi deseo de que los que quiero vivan una Feliz Navidad.


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De Colores

jueves, 11 de diciembre de 2008

Adviento en CD y en DVD




Os traigo hoy una huella que nos regaló el fin de semana pasado el sacerdote en la homilia del domingo. Nos dijo que nos invitaba a que "compráramos" el Adviento en sus dos formatos: CD y DVD

CD: Camino de Dios. El camino que Dios me invita a recorrer no el que a mi me apetece trazar vaya usted a saber por dónde y cómo. Camino que lleva al DVD:

DVD: Don de la Venida de Dios: El primer paso es darse cuenta, en toda su dimensión, que la Venida de Dios es un DON!

Feliz Adviento

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De Colores


PD: Jaime? asín de breves o más? ;-)

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Santa Claus: Fe de erratas



Si este articulo es verdad dejo hoy una huella que nunca pensé dejar y me retracto de haber insultado -más duramente de lo que aquí supone- a Santa Claus... ahora sobre Papá Noel sigo teniendo mis reservas

;-)

Autor: Blanca Arias de Anda | Fuente: Catholic.net

La verdadera historia de Santa Claus

Rescatar del dominio de los comerciantes todo lo que realmente nos pertenece como católicos

Comenzamos ya el mes de Diciembre, y poco a poco las casas van mostrando sus variados adornos y luces multicolor, por supuesto es una fiesta importantísima sin duda, Navidad es la fiesta del amor hecho hombre y de la generosidad en el compartir de los bienes del mismo modo que Dios comparte con nosotros la naturaleza humana.

Cada año, los católicos enfrentamos una lucha por rescatar a Jesús de entre tantas “Fiestas, comidas, regalos, adornos, compromisos etc.”

Sin embargo creo que también debemos esforzarnos por rescatar del dominio de los comerciantes todo lo que realmente nos pertenece como católicos, en especial me quiero referir a la tan maltratada imagen de Santa Claus. Si, leyó usted bien, y tal vez le sorprenda esta inquietud mía, la verdad es que he escuchado a más de un católico, refiriéndose a Santa Claus como el ”gordito de barbas blancas”, ocupando el lugar de quien la misma Iglesia se encarga de ponernos como ejemplo de devoción a Jesús Niño, de paciencia, fe en la persecución y sobre todo generosidad. Si, nuestro maltrecho Santa Claus no es otro más que San Nicolás de Bari.

Desdichadamente los católicos nos hemos dejado robar de la mercadotecnia que, con tal de vender en estas fechas, ha sido capaz de inventar a través de los años malformaciones tales como los duendes, el taller de juguetes, el simpático reno Rodolfo, y hasta la misma Sra. Claus. Bueno, eso es lo que nos venden las miles de promociones y películas de temporada.

A continuación una breve reseña de su vida y del porqué se ha desvinculado de la Navidad, le invito a leer este artículo... y después... saque usted sus conclusiones.

San Nicolás de Bari nació en el año 310 después de Cristo, en un tiempo de persecución, donde la enseñanza de la doctrina de Jesús suponía estar en Contra del Imperio Romano. Por lo alejado de la época es difícil saber con exactitud su nacionalidad Países como Rusia, Turquía y en general medio Oriente se atribuyen este privilegio. Los padres de Nicolás que eran gente adinerada habían inculcado en su hijo el espíritu de generosidad entre otras virtudes, de modo que en una ocasión cambió a su caballo por un esclavo en una subasta para regalarle su libertad, lo que provocaba la burla entre los paganos y falta de respeto entre los Cristianos, todas las caridades las hacía en nombre de Jesús y con su ejemplo muchos se convertían a Cristo. Siendo aún muy Joven mueren sus padres y comienza a dar a manos llenas entre los mas necesitados; al llamarle la atención su administrador, San Nicolás, responde que si sólo ha dado la tercera parte de su herencia se preocuparía por dales más.

Se cuenta que en una ocasión supo de tres jovencitas que pretendían casarse pero su padre no podía pagar la dote correspondiente. Al saberlo Nicolás (pretendiendo realizar la caridad sin ser visto), dejó caer por la chimenea unas monedas de oro que coincidentemente cayeron en unas medias de lana que las jóvenes habían dejado secando (por eso se cuelgan las medias tejidas que sirven para que ahí nos deje a nosotros los regalos que el niño Jesús nos manda desde el cielo, y por eso es el mito de que no puede ser visto por los que recibirán el regalo). Así, es conocido como el patrono de las parejas que desean tener un buen matrimonio y como protector de las familias en problemas económicos. En algunos países su imagen aparece con tres monedas de oro en las manos.

En esos tiempos era emperador Diocleciano quien ordena a Cesar Galerio acabar con los cristianos con toda la fuerza. Es en esta época que San Nicolás es nombrado Obispo de Myra Turquía (de ahí el color rojo de su vestimenta).

A pesar de vivir la feroz persecución Nicolás no perdía su sentido del humor y su alegría especialmente al platicar con los niños acerca del Nacimiento de Jesús en quién ponía toda su Esperanza (de ahí el amor a los niños y el típico Jo, Jo, Jo).

En una de las persecuciones fue aprehendido y encarcelado por casi 30 años, aún desde la cárcel se sacrifica y ora por su Iglesia, a pesar que los soldados romanos se burlaban de Él diciéndole que ya se había acabado la fe en Cristo.

Al convertirse al cristianismo el emperador de Roma, Constantino, hijo de Santa Elena, el Obispo Nicolás fue liberado, ya anciano con el pelo largo y la barba blanca, y convencido que era el único creyente que quedaba, regresa a su ciudad dispuesto a empezar otra vez la Iglesia de Cristo.

Su sorpresa fue grande cuando llegando al lugar observa la Catedral que había sido reconstruida y en ella los Cristianos entonaban el cántico Adestae Fidelis ya que estaban celebrando la fiesta de Navidad (por eso la relación de Navidad con la llegada de San Nicolás).

Se dice que asistió al Concilio de Nicea (325 dC) también que sofocó un motín en Taifalea, Frigia. Y que sostuvo con su dinero y con su fe a su pueblo y a ciudades como Patara y Lycia de Kalamaky que vivían hambrunas.

Uno de los milagros más sorprendente es el de haber resucitado por su intercesión a tres niños que habían caído de un árbol y muerto al instante. Motivo por el cual también se le representa con tres niños a su lado. A pesar de ser anciano, seguía viajando, evangelizando y entregando juguetes a los niños para recordar a todos que en Navidad recibimos el mejor de los regalos a través de Cristo, la esperanza de la salvación Eterna.

Sus restos descansan en la Basílica de San Nicolás, en Bari Italia, desde el siglo XI (1087) y a falta de precisión de su fecha de paso a la vida eterna lo veneramos (o deberíamos) el 6 de Diciembre.

Otra de las formas en las que se representa su imagen en Holanda, es con un barco en las manos ya que por su mediación se salvo un barco de zozobrar en la tormenta.

La imagen que conocemos actualmente del clásico Santa Claus, fue modificada por el inmigrante Alemán recién llegado a Nueva York el protestante Thomas Nast quien lo ilustra para el semanario “Harper” en 1864 mostrándolo con el traje rojo las botas, un gran saco de juguetes y entrando en una chimenea.

Por ser uno de los primeros santos de nuestra Iglesia su nombre se ha modificado con los siglos del vocablo Sajón Saint Nickleaus, a santa Claus.

Espero que el conocer este artículo le impulse a conocer más de cerca de este gran Santo, ejemplo de virtudes que tanta falta le hacen a esta temporada Navideña y dar a conocer a nuestros niños y jóvenes a San Nicolás, el verdadero Santa Claus.

*Algunos datos tomados del libro El Sentido de la Navidad de Maria Eugenia Alvarado de Arcos, entre otras fuentes

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De Colores

martes, 9 de diciembre de 2008

Una voz grita: "En el desierto preparad un camino al Señor"



Los grandes hallazgos se me descubren, casi siempre, en las pequeñas cosas. Así me ha ocurrido esta semana en la misa del domingo y hoy, el Señor me vuelve a regalar la misma lectura. Así que, aunque tengo muuuuchaaaas cositas que contar y compartir y más que pisar, tengo la tentación de zapatear en el camino, empiezo por esto.

Siempre he pensado que se debería hacer más hincapié en que la Palabra de Dios sea proclamada, no simplemente leída, en las celebraciones. Cuántas veces leemos y mal y no sólo en los ambones también nosotros mismos. Leo en diagonal y por encima y así me pasa que no me entero de nada.

Siempre había pensado que la frase era "Una voz clama en el desierto: Preparad los caminos al Señor." El sábado escuché la proclamación de la verdad:

Una voz grita: "En el desierto preparad un camino al Señor".

Puede parecer una tontería pero es un giro de 180 grados. No es que una voz en el desierto me grite desesperada que prepare los caminos al Señor. Sino una voz, que me urge a preparar EN el desierto UN camino al Señor, porque va a venir al desierto.

Sé que no he descubierto América pero ha caído una gota de rocío en la sequedad.

No os quedéis aquí y disfrutad de la lectura entera porque quizá es en la estepa donde tienes que allanar una calzada, quizás tienes que levantar un valle o abajar un monte, enderar lo torcido o igualar lo escabroso. Cada uno tenemos nuestro propio to-do en este Adviento porque lo que es seguro es que se revelará la Gloria del Señor y todos juntos lo veremos.


Lectura del libro de Isaías 40, 1 -11

«Consolad, consolad a mi pueblo -dice vuestro Dios-; hablad al corazón de Jerusalén, gritadle, que se ha cumplido su servicio, y está pagado su crimen, pues de la mano del Señor ha recibido doble paga por sus pecados.»

Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale.

Se revelará la gloria del Señor, y la verán todos los hombres juntos -ha hablado la boca del Señor-.»
Dice una voz: «Grita.»
Respondo: «¿Qué debo gritar?»
«Toda carne es hierba y su belleza corno flor campestre: se agosta la hierba, se marchita la flor, cuando el aliento del Señor sopla sobre ellos; se agosta la hierba, se marchita la flor, pero la palabra de nuestro Dios permanece por siempre.»

Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén; álzala, no temas, di a las ciudades de Judá: «Aquí está vuestro Dios.

Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda. Mirad, viene con él su salario, y su recompensa lo precede. Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne, toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.»

Palabra de Dios


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De Colores

domingo, 7 de diciembre de 2008

Las muñecas de Famosa



Esta semana he hecho gala de mi habitual capacidad para mimetizarme con el ambiente y adaptarme al tiempo concreto. Ha sido en forma de contractura lumbar que me he puesto a caminar como las muñecas de Famosa que se dirigen al portal a pasitos cortos, despacito, temiendo caerse. Y así voy, tiesa como una vela unos ratos, doblada como un cuatro otros.

Todo empieza a acelerarse. Ha comenzado la carrera navideña y ya veo al personal esprintando en los primeros metros para llegar exhaustos a la meta ya sin ganas ni fuerzas para celebrar nada. Luces, cenas de empresa, turrones adelantados y mariscos a mitad de precio que nos llevan en volandas como con ganas de pasar a cámara rápida los días del último mes del año.

No voy a mentir, estoy deseando que se desate ese nudo que aunque esté al final de mi espalda me constriñe entera. No veo el momento de dejar de pensar en levantarme o sentarme y volver a hacerlo de un salto como si fuera un movimiento automático. Pero ojalá sepa mantener el paso pausado para prepararme para la Navidad y disfrutarla, eso sí, en su momento. Ese calorcito de hacer las cosas a su ritmo es lo que permite que el follón familiar sea una fiesta, las comilonas banquetes que compartir y el ajetreo se convierta en júbilo. Así, como las muñecas, nos podremos dirigir al portal para, más allá de las figuritas, contemplar el misterio del Amor y hacer llegar, no sólo al Niño, nuestro cariño y nuestra amistad. Feliz llegada al portal.


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De Colores

jueves, 4 de diciembre de 2008

Ven, Señor




Muchos me reclamáis y os quejáis de que no escribo o de que escribo menos. Es verdad, tengo que reconocer que hay menos de cosecha propia, pero me niego a hablar por hablar y en mi silencio otras voces suenan y traen cosas a mi corazón.

Otros dicen más y mejor que yo o quizá haya silencio en mi alma, pero me quedo con que en mi silencio puedo escuchar otras voces y no quiero dejar que el orgullo me impida hacerme eco de ellas porque quizá también sean para alguno de vosotros.

Hoy os traigo una carta pastoral del obispo de Huesca Jaca que me ha ayudado en este comienzo de Adviento. Sigo intentando fijar mis ojos en Quién espero más que en cómo yo espero o en qué espero... para que no digáis que no dejo nada mio me mojo usando las negritas en lo que más huella deja en mi camino de hoy.


Queridos Hermanos y amigos: Paz y Bien.



Estamos de estreno en un año nuevo cristiano que acaba de empezar. Nos volveremos a empapar de unas lecturas y signos que son la habitual compañía de este tiempo de Adviento. Pero para poder entenederlo deberíamos sacudir una cierta inercia de creer que no estamos ante nada nuevo, ante algo que nos re-que-te-sabemos-ya. Sin embargo, para aquellos primeros que esperaron a quien se espera en el Adviento, una desazón anhelante vibraba como grito en su garganta: necesitaban algo nuevo, Alguien nuevo. Necesitaban abrazar una novedad que les arrebatase de sus zafiedades vulgares, de sus encerronas sin salida, de sus dramas insolubles, de sus trampas disfrazadas, de sus odios y tristezas, de sus errores y horrores; Alguien que no jugara con sus crisis, y que pudiera solventarlas o les ayudase a vivirlas.



Así andaban... aquellos buenos hombres hace ahora casi 2000 años. Sus ojos, cansados de mirar vaciedades; sus oídos hartos de escuchar verdades de cartónpiedra; y sus corazones, ahítos de seguir y perseguir una felicidad fugitiva, eran suficientes razones y representaban sobradamente la experiencia de cada día, como para esperar algo nuevo, Alguien que de verdad fuese la respuesta adecuada a sus búsquedas y anhelos. Era el primer Adviento. ¿Pero cómo es nuestra situación personal y social? ¿Cabe esperar a Alguien que en el fondo esperan nuestros ojos, oidos y corazón... o tal vez ya estamos entretenidos suficientemente como para arriesgarnos a reconocer que hay demasiados frentes abiertos en nosotros y entre nosotros que, precisamente, están relcamando la llegada del Esperado? Nosotros, dos mil años después tenemos necesidad de vivir con realismo cristiano la fiesta de la Navidad y el tiempo que litúrgicamente la prepara.



Cuando miramos por el ventanal de la terca realidad, vemos que las mismas cuestiones corregidas y aumentadas hacen que Él siga encarnándose. Porque necesitamos que el Salvador ponga fin a todos los desmanes que manchan la dignidad del hombre e insultan la gloria de Dios: esa lista de horrores y errores que nos sirven cada día los medios de comunicación en sus secciones de sucesos (y en las de economía, y en las de política, y en las de cultura, o educación, o sanidad).



En este tiempo de gracia que es el Adviento, Dios nos vuelve a poner delante la invitación a esperar: tú que gritas, que sufres, que dudas, que te lamentas, que intuyes la falsedad de tantos progresos pero que no aciertas a encontrar la verdad del verdadero...; tú que tienes tanto sin resolver en ti y entre los tuyos... ¡espera al Salvador, canta “ven, Señor”! Atrévete a hacer la lista de todas tus imposibilidades, de todos tus límites y desesperanzas. Dios las abraza, las toma en serio, las reviste de posibilidad.



El Señor os bendiga y os guarde.



+ Jesús Sanz Montes, ofm

Obispo de Huesca y de Jaca


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De Colores

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Saberse necesitado de Dios




Isaías: 25, 6-10.
San Mateo: 15, 29-37.
Saberse necesitado de Dios

“¿Dónde vamos a conseguir, en este lugar despoblado, panes suficientes para saciar a tal muchedumbre?”. Este párrafo del Evangelio nos ubica en una dimensión del Adviento muy básica: el hecho de que cada uno de nosotros tiene que saberse necesitado de Dios.

Es muy fácil decir “yo necesito a Cristo”, “el Señor es alguien importante para mí”, “Él me hace falta”. Pero, cuántas veces, la experiencia nos lleva a la afirmación contraria, nos lleva a pensar que somos hombres o mujeres que podemos bastarnos a nosotros mismos. En muchas ocasiones esto no lo hacemos de una forma consciente, pero sí de una forma escondida dentro de nuestro corazón. Y tenemos que tener muy claro que por el hecho de estar escondida, no significa que no sea efectiva y válida.

No basta saber que uno está alejado de Dios, tenemos que sabernos necesitados de Él. Solamente puede llegar a Belén, puede encontrarse con Cristo, aquel que lo necesita. Si no es así, es como si uno de estos tullidos, ciegos, lisiados o mudos, de los que nos habla el Evangelio, dijese: “Estoy tullido, estoy ciego, estoy lisiado o estoy mudo, pero yo de Jesús no necesito nada”.

¿Qué significa necesitar a Cristo? Significa, en primer lugar, darme cuenta que Él tiene que ser el elemento fundamental de mi vida. Él tiene que convertirse en criterio, en norma, en ley, en orientación de mi existencia. Cristo tiene que ser el punto de referencia al cual yo le pregunto, con el cual yo me confío, con el cual yo me presento.

Necesitar a Cristo, por otra parte, significa estar dispuesto a poner el remedio que Él me quiera indicar, estar dispuesto a asumir todo lo que Él me pida. Cuántas veces nos creemos muy inteligentes y, entonces, tomamos de Cristo lo que nos conviene tomar, la parte que nos interesa, la parte que nos satisface. Cuántas veces soy yo el que le dice a Cristo lo que necesito, en vez de dejar que sea Él el que me lo indique. Cuántas veces no le damos a Cristo la libertad para que sea Él el que nos diga: “Esto es lo que tú necesitas”. Cada uno de nosotros tendría que revisar cuáles son las condiciones que le quiere imponer a Cristo, y preguntarse si nada más necesita un trocito de Cristo o lo necesita totalmente.

Pidámosle a Nuestro Señor que nos conceda la gracia de sentirnos necesitados de Él. Permitamos que Cristo entre en nuestro corazón para que sea Él quien guíe nuestra vida, porque sólo así estaremos en el camino verdadero que conduce al encuentro con el Señor en Belén.

Fuente: Catholic.net
Autor: P. Cipriano Sánchez LC


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