martes, 29 de septiembre de 2009

Todas las monjas son malas, feas y viejas... ¿o no?



Unos de los típicos tópicos más recurrentes en lo que se refiere a la Iglesia es aquel que afirma que todas las monjas son malas, feas y viejas... vamos, que no encontraron con quien casarse y terminaron con sus huesos en un convento...

Hoy me encuentro este video que desmonta el tópico por mi...

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De Colores

domingo, 27 de septiembre de 2009

Sincera




Me gustan las historias de las palabras. Creo que se llama etimología. El caso es que a mi, saber de dónde vienen –las palabras-, me dicen mucho más de lo que por si mismas dicen.

Hace poco me contaban que “sinceridad” viene de sincera: sin cera. Por lo que se ve, en la antigüedad, cuando se rompía alguna pieza de alguna escultura, un dedo por ejemplo, lo reponían haciendo uno de cera en lugar de mármol o piedra. De lejos, no se apreciaba la diferencia pero, obviamente, no es igual. Hoy, nos han llegado las estatuas mutiladas, sin cabezas, sin dedos, sin todas aquellas partes más frágiles y débiles. Entonces, cuando se hablaba de algo auténtico se decía que era “sin-cera”.

¿Cuántas veces sustituyo lo que se me rompe por injertos débiles y nada auténticos que de lejos dan el pego pero al acercarse se funden? ¿Cuántas veces en lugar de decir y asumir que falta un trozo intento reconstruirlo con materiales endebles y efímeros?

Iba un pelín más allá y me daba cuenta de cuántas veces en lugar de decir las cosas como son, “doy cera” (incluso jabón) y con la excusa de no hacer daño dejo de ayudar al otro a ver que le falta algo.

Y no es que la cera sea mala, muy al contrario, con una mecha dentro y un chispazo fuera sirve para dar luz ¡y cuánta! a veces más de lo que me gustaría. Aún así, me propongo usar la cera para hacer velas y alumbrar mi oscuridad aunque eso me lleve a descubrir, de vez en cuando, que a mi estatua le faltan trozos.

La Gaceta de los Negocios 5 junio 2009

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De Colores

jueves, 24 de septiembre de 2009

Blessed be Your name



Siempre, en toda situación y en todo lugar, alabado sea el nombre del Señor.

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De Colores

martes, 22 de septiembre de 2009

Como vivo sobrevivo




¿Cómo vivo? Vivo o sobre-vivo... A veces paso los días con sintiéndome con el agua al cuello. Haciendo esfuerzos titánicos (que paradoja, el Titanic se hundió) para no ahogarme, para no hundirme.

Paso cada día esperando que llegue el otro, o el de más allá, o aquel momento en el que las cosas serán no sé de qué manera que mi cabeza imagina, porque siempre me resulta más fácil hacer la mejor hipótesis -elucubraciones en realidad- de cómo serán las cosas, que sacarle jugo a cómo verdaderamente son hoy.

Y así me paso media vida: sobreviviendo.

Sobreviviendo a lo que no me gusta pero no busco fuerzas ni para aceptar ni para cambiar.

Sobreviviendo a mi misma y las cosas que me matan pero a las que no me atrevo a dar muerte.

Sobreviviendo a un mundo que pide a gritos ser cambiado mientras yo hago oídos sordos.

Sobreviviendo a base de bocanadas de aire cerrado en lugar de abrir las ventanas y que entre la brisa. Sobreviviendo.

Y en medio de esto tengo la certeza de que no estoy llamada a sobre-vivir sino a vivir-sobre.

No quiere decir pasar por encima de las cosas como si me dieran igual, no se trata de adoptar ese gesto autosuficiente de mirar por encima del hombro al mundo (algo que es físicamente imposible en mi caso) como a menudo intento...

No, vivir-sobre es vivir siendo consciente de que lo trascendente es y será! Quien vive-sobre... vuela... Qué maravilla poder volar con los pies en la tierra, dejando huella, haciendo camino!

La Gaceta de los Negocios 8 mayo 2009

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De Colores

sábado, 19 de septiembre de 2009

Enfadarse




“Cualquiera puede enfadarse; eso es algo muy sencillo” decía Aristóteles. Para mí, además de sencillo suele ser habitual, frecuente, recurrente... Hay personas que hacen de enfadarse todo un estilo de vida. Existe quien es capaz de permanecer en este estado desde que se despierta hasta que se duerme incluso algunos habilidosos de la cosa, puede seguir peleándose con el mundo en sueños.

Supongo que es bueno enfadarse un poco de vez en cuando. A mi me sirve, a veces, para constatar que las cosas me importan y que no me da lo mismo una que otra. En demasiadas ocasiones lo uso como termómetro para comprobar que es sangre y no horchata lo que corre por mis venas y procuro verle la parte positiva al hecho de que, a veces, las cosas no importantes me importen en exceso.

Pero llega el filósofo y completa la frase: “Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.” Y ahí me reconozco enfadada por algo que no es realmente el motivo de mi enfado y que, sin embargo, distrae mi atención de lo que es verdaderamente una oportunidad para avanzar con alguien o con algo. ¡Con qué facilidad me enredo en las ramas del árbol del cabreo mientras dejo morir de inanición la raíz profunda de mis sentimientos! Así que mientras intento aprender a buscar la persona, el grado, el momento, el propósito y el modo voy a procurar, simplemente, enfadarme un poco menos.

La Gaceta de los Negocioas 17 abril 2009

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De Colores

viernes, 18 de septiembre de 2009

Praise the Lord by Laur Story



Una de esas -muchas- canciones que me hubiera gustado escribir!

Praise the Lord

Praise the Lord, all my soul
I will praise the Lord as long as I live
I will sing praises to my God
Even with my dying breath

He is the One who made Heaven and Earth
The sea and everything in it
He is the One who keeps every promise forever
He gives justice to the oppressed
And sets the prisoner free

He is the One who feeds the hungry
And opens the eyes of the blind
He lifts up the burdens of those beneath heavy loads
The stranger, He protects
And the righteous one He loves

The Lord will reign forever
Our God is King to all generations
The Lord will reign forever
Our God

We will praise the Lord, all my soul
We will praise the Lord as long as we live
We will sing praises to our God
Even with our dying breath



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De Colores

jueves, 17 de septiembre de 2009

Con ganas




“La verdadera libertad está en nuestra capacidad de elegir lo bueno”. Leía hace poco esta frase y desde entonces la disecciono y paladeo porque no dejo de sacarle jugo. Y es que demasiado a menudo decido a golpe de impulso, de estado de ánimo, de apetencia... hago aquello que “tengo ganas” de hacer y no hago lo que no me da la gana. Y a golpe de decisión instintiva y primaria me creo que soy libre.

Me siento libre cuando puedo hacer y decir lo que me parece, lo que me apetece y, en la mayoría de esas ocasiones, no estoy siendo más que esclava de mis apetencias, de mis ganas. La mayoría de las veces lo que me apetece ni siquiera es lo que quiero, porque lo que quiero incluye – o debería- las consecuencias de mis actos y, aunque me apetece comer tarta de chocolate hasta que me salga por las orejas, no quiero tener un flotador incorporado cuando llegue el verano. ¡qué cosas!

No es que para ser libre haya que vivir en una constante mortificación o que haya que elegir lo contrario a lo que uno le apetece para acertar, pero empiezo a ser consciente de la necesidad de educar mis gustos porque darle tanto protagonismo a mis ganas me lleva, casi siempre, a perder.

Mientras entreno mis ganas para la victoria voy a intentar centrarme en disfrutar al máximo de las cosas que soy capaz de decidir sabiendo que son realmente buenas. Aunando libertad y apetencia me voy de vacaciones que, obviamente, es muy bueno para mi y tengo muchas ganas! Feliz y Santa Semana.

La Gaceta de los Negocios 3 de abril de 2009


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De Colores

martes, 15 de septiembre de 2009

Le dou de chats



Me ha llegado este video por internet con una de esas explicaciones que suenan a leyenda urbana pero molaría que fueran verdad.

Este “duetto” lo compuso Rossini para mofarse de las sopranos que desafinaban. No pertenece a ninguna de sus óperas. Rossini era un cachondo mental y un dis ...frutón de la vida. Dejó de trabajar (componer) a sus 33 años y se dedicó a vivir; fue un reputado gourmet: son conocidos el tournedos Rossini y los canelones Rossini… Se suele cantar a dos voces femeninas (mezzo y soprano), acompañadas de piano y su única letra es el miau de los gatos. De ahí que resultase fácil para las cantantes en cuanto a la letra. Pero la música tiene mucha dificultad, especialmente la entonación. Disfrútalo en esta ocasión con voces blancas (es decir, niños). Vale la pena.

A mi me ha arrancado una sonrisa y con la esperanza de que a ti también ahí va este post!

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De Colores

viernes, 4 de septiembre de 2009

Momento oportuno




Momento oportuno

Hace poco me han propuesto algo que hubiera preferido que no me propusieran pero, una vez puesto encima de la mesa, lo propuesto ha supuesto mucho más de lo que, sin duda, se proponían proponer.

Lo primero que pensé fue “no es el momento oportuno” y, por una vez, se trataba de una de esas impresiones rápidas que salen directas del fondo del alma y no necesitan argumentos porque tienen en sí mismas toda la razón. Efectivamente el momento no podía ser más inoportuno. Como tiendo a creer más en las causalidades que en las casualidades pensaba: “¿Si éste no es el momento oportuno porqué esta propuesta?” Mil quinientas vueltas de cabeza después estoy en el mismo sitio que al principio, claro, es lo que tiene dar vueltas, al final, acabas en el mismo lugar. Pero a fuerza de pasar por el mismo sitio me he terminado dando cuenta de algo.

Que algo –o alguien- llegue en un momento inoportuno es una oportunidad, grande y maravillosa, para explorar esos recovecos de uno que hacen que en principio las cosas no encajen. Al final no siempre cuadran, de hecho sigo sin entender porqué y sin saber qué hacer, porque el momento me sigue pareciendo el más inoportuno, pero estoy muy contenta de haber sido capaz de aprovechar la oportunidad para entender los porqués de mi propio momento, aunque siga sin saber lo que quiero, al menos me he acercado –y mucho- a entender lo que no quiero. Y es que a veces las grandes oportunidades llegan así, en el momento menos oportuno.

La Gaceta los Negocios 27 de febrero de 2009