jueves, 30 de diciembre de 2010

Fe y confinza

Poco más que añadir....



ah si... Feliz Año nuevo ;-)

Escucha aquí "Esperar en Ti"


Esperar en ti, difícil se que es
mi mente dice no, no es posible.
Pero mi corazón, confiado esta en ti
tu siempre has sido fiel, me has sostenido.

Y esperare, pacientemente
aunque la duda me atormente
yo no confío con la mente
lo hago con el corazón.

Y esperare en la tormenta
aunque tardare tu respuesta
yo confiare en tu providencia
tu siempre tienes el control.


Esperar en ti, difícil se que es
mi mente dice no, no es posible.
Pero mi corazón, confiado esta en ti
tu siempre has sido fiel, me has sostenido.

Y esperare, pacientemente
aunque la duda me atormente
yo no confío con la mente
lo hago con el corazón.

Y esperare en la tormenta
aunque tardare tu respuesta
yo confiare en tu providencia
tu siempre tienes el control.


<><

De Colores

sábado, 25 de diciembre de 2010

Feliz Navidad...



Pues eso... Feliz Navidad 2.0!

<><


De Colores

lunes, 20 de diciembre de 2010

Primavera en Narnia



"Dichosos los que con un corazón noble y generoso
guardan la Palabra de Dios
y dan fruto perseverando"
Lc 8, 15



Aleluya! porque en Narnia siempre es primavera

<><

De Colores

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Navidad 2.0

@borjaguitierrez ha estado Enredando una vez más y me hace llegar esta maravilla!




Pues eso... Feliz Navidad 2.0!

<><


De Colores

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Evangelización 2.0



Esta vez piso para pedir... qué y a quien, por qué?

a ti... que lees, que pasas, que pisas...

por qué? porque nos han pedido que hablemos de la evangelización 2.0

Así que se nos ha ocurrido que quizá quieras ayudarnos compartiendo con nosotros tu testimonio...

Si no quieres hacerlo públicamente puedes enviarlo por email ainhoa.usoz@gmail.com

¿te has encontrado con el Sr por internet? ¿has recibido alguna vez una Palabra? ¿ y en las redes socialeS? ¿conoces a alguien que si haya tenido alguna de estas experiencias?

Gracias!!!

martes, 30 de noviembre de 2010

Todos estamos llamados a ser santos

Eduardo Verástegui









miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mujeres y Hombres (sin viceversa)

Será lo que tiene andar de curso prematrimonial en curso prematrimonial y tiro por que me toca... que ando especialmente maravillada como, digan lo que digan, podemos ser taaaan diferentes.

Ahora se lleva decir esto de que es por la educación "sexista y diferenciada" que recibimos pero estos dos vídeos demuestran que las diferencias entre hombres y mujeres son de nacimiento!

gracias a Dios -añado- (con perdón!)








<><


De Colores

lunes, 22 de noviembre de 2010

También el la Palabra vive el Señor



No dejo de pensar que a veces me olvido de que no se puede amar a Quien no se conoce y que en la Palabra de Dios se nos presenta y enseña Su verdadero rostro tan lejos de las imagenes a medida que con demasiado frecuencia nos hacemos.

El Papa, Benedicto XVI nos regala una exhortación apostólica "Verbum Domini" sobre la Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia.

"La palabra del Señor permanece para siempre. Y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos" (I Pe 1, 25)... así empieza...

¿quieres leerla? pincha aquí

Si quieres que te la envíe en pdf no dudes en pedirmelo por mail

<><


De Colores

viernes, 19 de noviembre de 2010

Walk by faith



Walk by faith

Would I believe you when you would say

Your hand will guide my every way
Will I receive the words You say
Every moment of every day

[chorus]
Well I will walk by faith
Even when I cannot see
Well because this broken road
Prepares Your will for me

Help me to win my endless fears
You've been so faithful for all my years
With one breath You make me new
Your grace covers all I do

yeah, yeah , yeah, yeah, yeah, ya

[chorus]

Well I'm broken- but I still see Your face
Well You've spoken- pouring Your words of grace

[chorus x2]

Well hallelujah, hallelu
(I will walk by faith)
Well hallelujah, hallelu
(I will walk by faith)

I will walk, I will walk, I will walk by faith
I will, I will, I will walk by faith


<><

De Colores

viernes, 12 de noviembre de 2010

99 globos

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Jovanotti- Fango

Abandonada y repetitiva... pero feliz de ser y estar en paz

Insisto porque me retumba y quizá sea que hay alguien necesitando escuchar algún que otro eco...



FANGO

Yo lo sé, sé que no estoy solo
ni siquiera cuando estoy solo
Yo sé que no estoy solo
Yo sé que no estoy solo
ni siquiera cuando estoy solo

Bajo un cielo de estrellas y satélites
entre culpables, las víctimas y los supervivientes
un perro ladra a la luna
un hombre observa su mano,
se parece a la de su padre cuando era niño
Lo tomaba como si nada y lo alzaba
era bello el panorama desde lo alto
hacía las cosas sin pensar
su mano era pequeña pero agarraba el mundo entero

Ahora la ciudad es una película extranjera sin subtítulos
las escaleras de salida son resbalosas, resbalosas, resbalosas
el hielo sobre las cosas
la tele dice que las calles son peligrosas

Pero el único peligro que siento verdaderamente
es no poder sentir más nada
el perfume de las flores, el olor de la ciudad
el sonido de las motos, el sabor de la pizza
las lágrimas de una madre
las ideas de un estudiante
los cruces posibles en una plaza
de estar con la vista puesta hacia el cielo

Yo lo sé, sé que no estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
ni siquiera cuando estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
me río y lloro
y me fundo con el cielo y con el fango


Yo lo sé, sé que no estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
ni siquiera cuando estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
me río y lloro
y me fundo con el cielo y con el fango

La ciudad es una película extranjera sin subtítulos
una olla que cocina trozos de di´´alogo
cómo estás, cuánto cuesta, qué horas son , qué sucede
qué se dice, quién se cree y entonces vemos

Uno se siente solo cuando es la víctima
y te vuelves un apestado cuando te equivocas
un aviso de seis metros dice: “todo en torno a ti”
pero mirando alrededor ves que no hay nada

un mundo viejo que se mantiene unido gracias a aquellos que
aún tienen el coraje de enamorarse

una música que bombea sangre en las venas
y que da ganas de despertarse y levantarse

Hay que dejar de lamentarse
porque el único peligro que sientes verdaderamente
es aquel de no poder sentir más nada
es no poder sentir más nada

El latido del corazón dentro del pecho
la pasión que hace crecer un proyecto
el apetito, la sed, la evolución en acto
la energía que se genera en un contacto

Yo lo sé, sé que no estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
ni siquiera cuando estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
me río y lloro
y me fundo con el cielo y con el fango


Yo lo sé, sé que no estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
ni siquiera cuando estoy solo
Yo lo sé, sé que no estoy solo
me río y lloro
y me fundo con el cielo y con el fango


y me fundo con el cielo y con el fango...
y me fundo con el cielo y con el fango...

lunes, 27 de septiembre de 2010

Amar a 45 grados

lunes, 21 de junio de 2010

I´m Yours

La canción puede que la conozcais todos... a la cantante me la acaban de descubrir y bueno... yo no pienso describirlo... so sweet for tagging!



Y hoy... letra traducida... auqnue se admiten mejoras y comentarios...

I´m Yours

Well you done done me and you bet I felt it
I tried to be chill but you're so hot that I melted
I fell right through the cracks
Now I'm trying to get back
Before the cool done run out
I'll be giving it my bestest
And nothing's gonna to stop me but divine intervention
I reckon it's again my turn to win some or learn some

But I won't hesitate no more, no more
It cannot wait, I'm yours

Well open up your mind and see like me
Open up your plans and damn you're free
Look into your heart and you'll find love love love love
Listen to the music of the moment, maybe sing with me
All - ah peaceful melody
And it's our God-forsaken right to be loved love loved love loved

So I won't hesitate no more, no more
It cannot wait I'm sure
There's no need to complicate
Our time is short
This is our fate, I'm yours

Scooch on closer dear
And I will nibble your ear

I've been spending way too long checking my tongue in the mirror
And bending over backwards just to try to see it clearer
But my breath fogged up the glass
And so I drew a new face and laughed
I guess what I'm be saying is there ain't no better reason
To rid yourself of vanity and just go with the seasons
It's what we aim to do
Our name is our virtue

I won't hesitate no more, no more
It cannot wait I'm sure
There's no need to complicate
Our time is short
This is our fate, I'm yours

Well no no, well open up your mind and see like me
Open up your plans and damn you're free
Look into your heart and you'll find that the sky is yours
Please don't, please don't, please don't
There's no need to complicate
Cause our time is short
This is out fate, I'm yours

Soy tuyo

Bien, tu hiciste me hiciste y puedes apostar que lo sentí
Trate de estar frío pero eres tan candente que me derrito
caí justo en las grietas,
y estoy tratando de volver
antes que el frío se acabe
estaré dando mi mejor prueba
Y nada va a detenerme
por intervención divina
reconozco que es otra vez
mi turno para ganar algo
o aprender algo

Pero no quiero esperar mas, no mas
no puedo esperar, Soy tuyo

Bueno extiende tu mente
y mira, como yo
extiende tus planes y diablos eres libre
Busca dentro de tu corazón y encontraras amor amor amor amor
escucha la música en su momento y quizás canta conmigo
ah! todas las melodías pacificas
Es tu derecho divino ser
amada amor amada amor amada

Por eso no quiero esperar mas, no mas
no puedo esperar estoy seguro
No hay necesidad de complicar
nuestro tiempo es corto
esto es nuestra suerte, soy tuyo


He estado gastando durante mucho tiempo viendo mi lengua en el espejo
y siendo honesto solo para verlo claro
pero mi aliento empaña el vidrio
y por eso dibujo una nueva cara y rió
supongo que lo que quiero decir es que
no hay mejor razón
que deshacerte tu vanidad e ir solo
con las estaciones
es lo que nosotros tratamos de hacer
nuestro nombre es nuestra virtud

Por eso no quiero esperar mas, no mas
no puedo esperar estoy seguro
No hay necesidad de complicar
nuestro tiempo es corto
esto es nuestra suerte, soy tuyo

Bien no no, bueno extiende tu mente y mira, como yo
extiende tus planes
y diablos eres libre
Busca dentro de tu corazón y encontraras que el cielo es tuyo
No por favor, no por favor, por favor no
No hay necesidad de complicar
porque nuestro tiempo es corto
esto es nuestra suerte, soy tuyo

martes, 15 de junio de 2010

Born again



Pues de los muchos regalos de cumpleaños que estoy recibiendo comparto este con vosotros... sólo tiene una imprecisión... no es abril... es junio... pero sin duda es para mí.

Gracias!

(A ti también gracias por hacermelo llegar!)

<><


De Colores

jueves, 10 de junio de 2010

When the rain comes

Que maravilla es que aún quede quien se deja hacer para que puedas hacerme llegar lo que mi corazón necesita oir.

Gracias amiga



When the rain comes

When the rain comes
it seems that everyone has gone away
When the night falls
you wonder if you shouldn't find someplace

To run and hide
Escape the pain
But hiding's such a lonely thing to do

I can't stop the rain
From falling down on you again
I can't stop the rain
But I will hold you 'til it goes away

When the rain comes
you blame it on the things that you have done
When the storm fades
you know that rain must fall on everyone

So rest a while it'll be alright
No one loves you like I do

I can't stop the rain
From falling down on you again
I can't stop the rain
But I will hold you 'til it goes away

When the rain comes
I will hold you


Como siempre... se admiten (y esperan) traducciones...

martes, 18 de mayo de 2010

La última cima

Inicio Película "La última cima" (4/6/10) PRÓXIMO 4 DE JUNIO EN CINES from infinitomasuno.org on Vimeo.



Es que ya los cinco primeros minutos de la peli son para flipar!

miércoles, 28 de abril de 2010

LA INCREÍBLE VIDA DE MICHELA, DE «NUOVI ORIZZONTI»



Ganando la Batalla...

Testimonio de religionenlibertad.com

LA INCREÍBLE VIDA DE MICHELA,
DE «NUOVI ORIZZONTI»



De pertenecer a una secta satánica a monja, tras intentar asesinar a la que hoy es su superiora

Michela, en la actualidad religiosa de la Comunidad Nuovi Orizzonti, tiene una vida de película. Abandonada por su madre cuando era un bebé, atrapada por una peligrosa secta satánica, convencida de la necesidad de asesinar a una monja por indicación de la sacerdotisa, que a la vez era su psiquiatra... Cuenta su testimonio en ReL con una intensidad y pasión, que a más de uno le dejará pensativo...


Cuando se experimenta el amor de Dios, se aprende que no se puede guardar para uno mismo. Yo llevo diez años viviendo esta forma de amor. Llevando el amor a quienes no conocen el amor de Dios.

«Chiara, sácanos de este infierno»

La comunidad a la que pertenezco nació en 1984, fundada por Chiara Amirante, que comenzó a llevar la palabra de Dios a los puntos de muerte de la ciudad de Roma. Tantos jóvenes que no conocían la palabra de Dios le pedían: «Chiara, sácanos de este infierno».

No creía absolutamente nada en Dios

Yo llevo doce años en la comunidad. Tengo 40, pero cuando entré, no creía absolutamente nada en Dios. Creía que los sacerdotes y las religiosas se hacían sacerdotes y religiosas por falta de trabajo. Veía una Iglesia que solo daba reglas. Una Iglesia que prohibía todo.

Además, yo me hacía una pregunta: «Si es verdad que Dios es amor, ¿por qué en el mundo hay sufrimiento?». Me lo preguntaba porque con el sufrimiento tuve contacto apenas nací. Mi papá y mi mamá me abandonaron en un hospital recién nacida. Viví mis primeros seis años de vida en un orfanato. Dos meses después de que saliese de allí, el instituto fue clausurado por maltrato a menores. Yo había conocido todo menos el amor, y cuando un niño no conoce el amor, es difícil que de adulto sepa dar amor. Crecí rebelde. En la escuela era instrumento de santificación para los profesores.

El dinero era el dios de mi vida

A los 18 años ya eres mayor de edad en Italia, así que me fui de la casa en que vivía. Pude hacerlo porque tenía un trabajo, una ocupación. Yo era chef de cocina internacional, muy reconocida. Comencé a trabajar en Italia y el resto de Europa y el dinero empezó a ser el dios de mi vida. Cuanto más tenía, mas quería tener, pero a fin de mes no me quedaba nada.

Novios de usar y tirar

En lo referente a todo lo que pertenece al mundo de la afectividad, era un desastre. Tenía novios según la estación del año. Uno para el invierno, otro para el verano…. Y me decía: «Yo el corazón no lo meto en esto». Eran novios de usar y tirar, pero cada historia que pasaba, era una herida más que dejaba mi corazón muy lastimado.

Un novio católico-convencido

Finalmente me enamoré de una persona que todas las madres de familia soñarían para su propia hija. Era inteligente, bueno, perfecto. Pero tenía un pequeño defecto: era un chico católico, un católico convencido. Esto, para mí, solo suponía un defecto por una razón, porque cuando yo le preguntaba cuando nos íbamos a ir a la cama, él me respondía: «Después del matrimonio». Él empezó a hablarme de Dios, pero yo le dije: «Escucha Luca, las relaciones de tres no funcionan. Somos tú y yo. Punto. Dios debe quedar fuera». Él fingió seguirme la corriente.

¿Quieres casarte conmigo?

Cuando ya llevábamos dos años saliendo, vino sin avisar una noche a mi casa. Era la primera vez en ese tiempo que vino a mi casa, por lo que pensé: «Hoy lo hacemos». Pero él tenía otras razones muy diferentes en su cabeza y me dijo: «Escucha Michela, hablé con mi padre espiritual, porque tengo intención de casarme contigo». Yo me le quedé mirando un poco perpleja, pero por un solo motivo: no sabía qué era un padre espiritual. Yo le respondí: «Vamos al registro civil, pedimos una cita, estampamos nuestras firmas y ya estamos casados». Y me dijo: «No. Para mí es importante el sacramento del matrimonio. Nos dan la posibilidad de efectuar un matrimonio mixto donde tu declares ser no creyente, pero yo pueda casarme contigo dentro de la Iglesia». Entonces mi siguiente pregunta fue: «¿Y esto cuanto cuesta?». «Nada», respondió mi chico. Pensé que si no costaba nada y no perdía mi imagen de atea, podía aceptarlo. Sólo le puse una condición: «Organiza tú la boda».

Murió antes de la boda

Pusimos una fecha y él comenzó a organizar todo. Era bonito, porque de verdad que Luca era un chico fantástico. Pero nunca me llegué a casar con él. Falleció cuatro días antes de la fecha escogida.

Poco después de comenzar los preparativos, contrajo el VIH por culpa de una transfusión de sangre contaminada. Ahí entré en contacto con la primera verdad de mí vida. Porque yo, con el dinero, hasta ese día había comprado todo y a todos. Pero descubrí que había una cosa que no podía comprar: la vida de mi novio. Eso para mí fue una derrota. Luca partió para el paraíso cuatro días antes de nuestra boda y ahí se me derrumbó el mundo.

«Dios, empeñaré mi vida en destruirte»

Me enfadé con Dios por haberme quitado a mis padres. Me enfadé con Dios por haber sufrido tanta violencia desde pequeñita. Me enfadé con Dios por la muerte de Luca. La noche de su funeral, me marché a la playa y allí mismo hice un juramento: «Dios, si tú no existes, pasaré toda mi vida diciéndoselo a todo el mundo. Pero si existes de verdad, empeñaré mi vida en destruirte».

New Age y el Reiki

Ahí empezó mi guerra con Dios. Para buscar a Dios y saber si existía, me acerqué a varias filosofías. Todo lo que era la New Age y el Reiki. Pero ahí no encontré nada de la presencia de Dios. A todo esto, mi vida era triste y angustiosa. Hasta que un día me propusieron comenzar psicoterapia. Yo pensé que si había probado ya tantas cosas, podía probar eso también. Así que comencé a ir un día a la semana. Poco a poco me iba sintiendo mejor en la consulta de aquella doctora. Empecé a ir en vez de un día a la semana, dos días, luego tres, y acabé teniendo cuatro sesiones semanales con ella. La psicoterapia se convirtió en mi droga. Yo no lo sabía, pero no tenía la facultad de decidir nada de mí vida.

Una sacerdotisa satánica

Un tiempo después la doctora me dijo que tal vez necesitase sesiones de hipnosis: «Tenemos que entrar a lo más profundo de tus heridas». Le dije que sí. Desafortunadamente no estaba en grado de tomar ninguna decisión. No se lo que hicieron conmigo, pero el problema fue que esta doctora era en realidad una sacerdotisa de una de las sectas satánicas más importantes de Italia. Y yo entré a formar parte de ella, de la mano de mi doctora.

Dos años en la secta

Pasé ahí dos años de mi vida. Dos años que me llevaron a perder mi dignidad de mujer, mi dignidad de ser humano. Allí he visto muerte y violencia. Llegué a alcanzar la muerte del alma. Me convertí en una auténtica marioneta manejada por manos satánicas.

«Mata a Chiara»

La noche de Navidad de hace catorce años (1996), durante un rito, me dijeron que existía la posibilidad de ser la sacerdotisa de una secta, en una ciudad de Italia. En ese mundo solo importa el poder, el tener, por lo que yo acepté, pero para ser la sacerdotisa tenía que afrontar una prueba de filiación, de pertenencia. Me dijeron: «En Roma hay una joven, de nombre Chiara, que ha fundado hace poco tiempo una comunidad. Está muy protegida por la Iglesia y para nosotros es un obstáculo, porque acerca a muchos jóvenes a Dios. Si tú verdaderamente quieres pertenecer a nosotros y tener el poder, debes hacer una cosa: mata a Chiara». Y acepté.

Decidida al asesinato

La noche del 5 de enero partí hacia Roma. Me habían dado toda la información de donde encontrar a Chiara y yo me dirigí a su casa, a la sede de la comunidad. A las 20.00 horas llegué hasta la puerta y sin dudar, convencida de lo que iba hacer, toqué el timbre.

«Por fin has llegado a tu casa»

Lo que ocurrió entonces lo tengo que contar desde el testimonio de Chiara, quien no me conocía absolutamente de nada, como es obvio.

Chiara cuenta siempre que, en ese momento, en su corazón escuchó una voz, la voz de la Virgen María que le decía: «Abre tú la puerta, que es una hija mía que tiene una gran necesidad».

Chiara se levantó, caminó apresurada hasta la puerta a cuyo otro lado la esperaba yo, y cuando abrió la puerta hizo una sola cosa. Me abrazo y me dijo: «Bienvenida hija mía. Por fin has llegado a tu casa».

Con el cuchillo en la mano

Ese abrazo cambió mi vida. Fue un abrazo indeleble que llegó a mi corazón. Fue más allá de mi cuerpo, de mis brazos. Yo no pude reaccionar, no pude moverme, no pude hacer nada. Chiara me desarmó absolutamente con ese abrazo, con su mirada.

Me llevó dentro, a su pequeña habitación y comenzamos a hablar. Ella me preguntó cómo estaba, y yo sin decir ninguna palabra le entregué el arma con el que la iba a matar. Se lo conté y le dije: «Chiara, para mí ya no hay esperanza». Ella me respondió: «¡Sí, sí que hay esperanza, porque el amor ha vencido a la muerte! ¡Hay esperanza para ti porque hubo quien dio la vida por ti! ¡Y Jesús te ama!».

«Me matarán y te matarán a ti también»

Yo le contesté: «Chiara, yo les conozco. Sé como son. Tengo poco tiempo. Me matarán y te matarán a ti también». «No Michela –respondió Chiara muy firme-. No lo harán, porque María te quiso en esta casa». Y en aquella casa me quedé.

Sesión de exorcismos

Obviamente, la primera cosa por hacer era una buena confesión. Llamaron a un sacerdote, pero debido a las actividades en las que había estado involucrada no me pudieron dar la absolución. Hubo que escribir a la Santa Sede, a la Congregación para la Doctrina de la Fe, toda mi historia. Un cierto cardenal Ratzinger , respondió en pocos días: «Hoy la Iglesia está de fiesta porque un Hijo ha regresado a casa».

También tuve que pasar por varias sesiones de exorcismo. Obviemos los detalles.

Comunión y consagración

Con un permiso muy especial, la noche del 27 de enero, en la capilla de las hermanas de la Madre Teresa, en Roma, pude recibir la comunión, pude consagrar mi corazón al Corazón Inmaculado de María, y hacer los votos de pobreza, obediencia y castidad, más el cuarto voto propio de la comunidad de Chiara, que es el voto de ser y llevar la alegría de Cristo Resucitado.

Un nuevo camino

Ahí comenzó mi camino. Mi camino de sanación, un camino en el que nunca nadie antes pudo sanar mis heridas, y donde sí que las pudo sanar Jesús.

Pero pasado un tiempo, hubo una herida que no había podido sanar. Esa herida era la falta de una madre, porque a mí me faltaba una madre. Me faltaba en Navidad, cuando todas la madres telefonaban a las demás y yo no recibía una llamada. Me faltaba el día que celebraba mi cumpleaños... Esa ausencia de mi madre, cada vez que pasaba esto, reabría las viejas heridas y había que empezar de nuevo.

Un grito de dolor

Un buen día, a Chiara se le ocurrió enviarme a un centro de ayuda para la vida. Se me había encargado abrir una casa de acogida para madres solteras y jóvenes embarazadas con riesgo de someterse a un aborto por miedo o por dificultad. Allí las podríamos acoger. Pero al poco tiempo empecé a recoger un grito de dolor. Era el grito de dolor de aquellas mujeres que habían abortado y que me decían: «¿Sabes? Hoy tendría un hijo de ocho años, pero lo llevé a matar».

Aprendí a no juzgar

Por las noches llegaba a casa y me ponía delante de Jesús, en el sagrario, y le entregaba todo ese dolor que llevaba de las mujeres. Una de esas noches, empecé a escuchar en mi corazón: «Michela, si hoy existes tú, es porque tu madre dijo sí a la vida». Os tengo que decir que cuando se experimenta la misericordia de Dios, la primera cosa que se aprende es a no juzgar. Y yo no tenía ningún derecho de juzgar a mi madre. Porque si una madre llega a abandonar a un hijo es porque hay un gran dolor.

A la busqueda de la madre

En ese momento comenzó a despertar en mi interior la necesidad de buscar a mi madre, no para juzgarla ni regañarla, sino para darle las gracias por mi vida.

La ley italiana permite obtener información del propio origen y después de las investigaciones pertinentes localicé a mi madre. Comenzamos a telefonearnos, y un día me sugirió conocernos personalmente. La fecha concertada fue el 2 de Junio de 2004. Esa misma mañana partí hacia la ciudad donde ella vivía para encontrarme con ella, como habíamos quedado.

«Sal de mi vida»

Yo iba sola y en ese viaje había dos partes dentro de mí. Una parte era esa parte humana que se sentía entusiasmada por poder decirle por fin a alguien «mamá». Pero había otra parte más racional que me decía: «Michela, no sabes qué puedes encontrar allá». Mi error fue que en aquella duda venció la parte más humana. Pero el hombre propone y Dios dispone, porque pocos minutos después de encontrarnos, con una mirada que yo no le deseo ni a mi peor enemigo, mi madre me dijo: «Tú para mí no has existido nunca, no has existido hasta ahora, no existes hoy. Sal de mi vida». Yo no sé que siente una madre cuando un hijo dice no a su amor, pero les puedo decir lo que siente un hijo cuando una madre le dice no a su amor…

«¿Qué le hecho de malo a Jesús?»

Fue un gran dolor. Regresé a Roma, cogí a Chiara y sujetándola contra un muro le dije: «¿Pero yo qué le hecho de malo a Jesús? Trabajo para Él, ¿por qué no me puede ayudar?».

A mí pregunta de por qué Jesús me trata así, Chiara me contestó: «¿Sabes, Michela? Santa Teresa de Ávila le preguntó lo mismo a Jesús, y Jesús le dijo que así trataba Él a sus amigos». Ya sabéis lo que Santa Teresa le respondió a Jesús: «Ahora entiendo por qué tienes tan pocos».

Unas vacaciones para reflexionar

Era una situación dolorosa, de la que era difícil salir, por lo que entonces Chiara me propuso unos días de vacaciones. Yo pensé: «Estupendo, me iré a la playa y tomaré el sol», pero Chiara ya había pensado en todo: «Hay un lugar al que puedes ir. Es un pueblo en Bosnia que se llama Medjugorje. Cógete unas vacaciones y vete allí». Yo le dije a Chiara: «A Medjugorje yo no voy, Chiara. Mejor me pagas las vacaciones en Croacia, que está muy cerca y tiene un mar estupendo. Ya cuando esté allí, un día me acerco a Medjugorje. Pero yo no me voy a meter entre las colinas, las piedras y el calor. Eso no son vacaciones». Chiara me respondió: «Te recuerdo que hiciste un voto de pobreza y otro de obediencia. Elige por cual de los dos quieres ir a Medjugorje». Así que elegí el de la obediencia, y voluntariamente vine a Medjugorje.

Medjugorje

Llegué a Medjugorje ¡Me daban una pena los peregrinos! Porque yo pensaba que yo estaba allí porque me habían obligado, pero no entendía por qué ellos no iban al mar, pudiendo hacerlo.
En fin, los primeros diez días fueron un desastre. Yo no quise saber nada de peregrinos, ni del fenómeno de Medjugorje, ni de nada.

Una vidente y la aparición

El día decimoprimero, estaba tras la explanada, cerca de la carpa verde. Estaba tumbada en mi toalla, tomando el sol. En serio, pasaba de todo. Y ahí tirada me vio Marija, una de las videntes. No nos conocíamos de nada, pero a ella le llamó la atención, no sé si verme tumbada tomando el sol, o mi toalla verde chillona.
Se acercó a mí y me dijo: «Hola, ¿qué haces?». «Estoy esperando a que comience la Misa». Entonces Marija, sin más, con toda la naturalidad, me dijo: «Vente mañana conmigo a una aparición».

¡Imagínate! Era ridículo. Tanto que me dio la risa y le contesté: «Mira, va a ser mejor que la Virgen María venga a mí, porque yo de aquí no me muevo». Marija me miró un poco sorprendida, en silencio. Al cabo de unos segundos, cuando se me quitó la sonrisa de la cara, me dijo: «Tú vente mañana».

Unos días aburridos

En Medjugorje, si no vives el fenómeno, tampoco es que haya mucho que hacer. Mis primeros diez días allí fueron tan aburridos, que por muy absurdo que pareciese, asistir a una aparición suponía algo distinto en medio de aquel aburrimiento, así que el día siguiente aparecí a la hora que me había dicho Marija en el Oasis de la Paz, donde iba a vivir su aparición. Al llegar allí, aquello estaba lleno de gente.

Yo llegué a las seis y cuarto de la tarde y allí había gente que llevaba más de tres horas, con todo el calor. Yo pensé: «Qué tontería llegar tan temprano, si de toda formas a la Virgen solo la ve la vidente, pero bueno».

Al cabo de unos minutos llegó Marija. Me vio en el jardín, me cogió de la mano y me llevó dentro de la capilla con ella, delante del todo, a su lado. Me llevó hasta allí a rastras y de un empujón me puso de rodillas. Todo el mundo rezaba y yo pensaba: «Qué buenos todos estos peregrinos, mira cómo rezan», pero mi corazón estaba muy cerrado y no quería participar con ellos.
Recuerdo el momento en que comenzó la aparición. Todo el mundo se quedó en silencio y Marija se quedó mirando extasiada hacia arriba.

En medio de la aparición

En ese momento pensé: «Cualquiera desearía estar aquí a su lado, ¿cómo es posible que a mí no afecte?». La miré a Marija y vi que, sin emitir ningún sonido, movía sus labios, ¿y saben cual fue mi pensamiento en ese momento?: «Pero ella, con la Virgen, ¿habla en croata o en italiano?». Os prometo que lo pensé, de verdad, incluso quince días después de aquello se lo pregunté a ella. Me dijo que hablaban en croata.

¿Un trasplante del corazón?

Bromas a parte, en cierto momento de la aparición ocurrió algo. Y se lo cuenta la persona más racional que existe. Empecé a sentir un calor en el cuerpo. Era un calor que llegaba hasta la punta de mis dedos, hasta mis pies. Era un calor maravilloso. Sentí como si algo me abrazara, me rodeara y me cubriese entera, y entonces ocurrió lo más increíble, y es que sentí como si me hiciesen un transplante de corazón. Digo trasplante porque sentí como si algo se metía en mi pecho y me arrancara una piedra de dentro. Era un corazón herido, enfermo, y sentí como si me colocasen un corazón nuevo ahí dentro, en su lugar. Subrayo la palabra transplante, porque no fue un corazón curado, sino un corazón nuevo, que me llenaba de paz el alma, la mente y el cuerpo.

«Algo bellísimo»

Al acabar la aparición yo no entendía nada de lo que estaba sintiendo, pero era bellísimo. Empecé a darme cuenta de que tenía que marcharme y comencé a repetirme a mí misma que en realidad no pasaba nada, para ver si me calmaba, pero qué va, cada vez que lo decía mejor lo sentía.

Entonces Marija se levantó e hizo lo que hace siempre. Explicó a todos lo sucedido: «He presentado a la Virgen María todas vuestras intenciones de oración. La Virgen María ha orado por ustedes y les ha bendecido». A todo esto yo seguía de rodillas a su lado. Entonces ella, delante de todos me miró y dijo: «La Virgen María ha hecho suyo el dolor de tu corazón. A partir de hoy solo ella será tu madre».

«La Virgen te vió»

Salí de la capilla. Marija no sabía nada de mi historia. Cuando ella salió yo estaba en el jardín, desconcertada. Me cogió de nuevo por el brazo y, sin estar yo todavía muy convencida de lo que suponía que había pasado, le pregunté: «Marija, tu estabas ahí, ¿me viste durante la aparición?», y ella me respondió: «No, yo no te vi. Pero la Virgen sí».

«María me coge de la mano»

Desde aquel día hasta hoy he sentido a María en mi vida. La he sentido de una manera muy concreta. He descubierto que cada vez que tengo el rosario en las manos, es María quien me coge de la mano.

Modelo de santidad

Aquella tarde aprendí otra cosa. Era cierto que hasta ese día había trabajado para Dios, pero María quería que yo trabajase con Dios. Y otra cosa bellísima fue que si yo quería ser santa, debía tomar a la Virgen María como modelo de santidad. Os aseguro que eso, para un carácter como el mío, no es nada fácil. No es fácil vivir la obediencia. No es fácil vivir la humildad. No es fácil vivir el silencio de María. El silencio de María bajo la cruz. Pensad que María estaba bajo la cruz.

Un dolor transformado en amor

Aquella fue una experiencia bellísima, porque descubrí que el dolor puede ser transformado en amor por la humanidad.
Os digo que si aquella tarde del entierro de Luca dije que Dios no existía, después de doce años puedo deciros que Dios sí que existe.

Ocho años de silencio

Durante ocho años he vivido en silencio. Durante ocho años he estado escondida. Pero hace dos años, en un capítulo general de la familia salesiana, Chiara y algunos otros me pidieron que contara mi historia. Al principio tuve miedo. Pero cuando aprendes que la vida no te pertenece a ti, que la vida es un regalo, el miedo puede ser canjeado. Yo hice este pacto con Jesús: «Jesús, si mi vida, mi historia, sirve a un solo joven a encontrar tu misericordia, yo daré mi vida por esto».

No tener miedo del sufrimiento

Queridos jóvenes, no tengáis miedo del sufrimiento. El sufrimiento existe, sí. El mundo nos dice que no existe, nos enseña cómo cubrirlo, cómo barnizarlo con capas de cosas sin importancia. Pero Jesús nos enseña a vivirlo con Él. Lo que tiene a Jesús clavado en la cruz no son los clavos, sino el amor especial que tiene por cada uno de nosotros. Por eso os ruego, por favor, que como decía san Francisco de Asís, no permitáis que el Amor de los amores no sea amado. ¡Llevemos el amor de Dios a todas partes! Podemos hacerlo, Jesús nos ha enseñado cómo. Somos pequeños, pero seámoslo como decía la madre Teresa de Calcuta: como las gotas del mar, que hacen un océano.

Dios nos ama hasta morir

Queridos jóvenes, estáis todos callados. Hay un gran silencio, pero como decía san Pedro, yo no tengo oro ni plata. ¡Lo que yo tengo me llega de la Providencia! Mirad, ni si quiera este rosario que llevo en el bolsillo es mío. Me lo han dado. Queridos jóvenes, yo no tengo nada, y a diferencia de san Pedro yo no hago milagros. Pero os puedo decir una cosa: ¡Que hay un Dios que ha dado su vida! ¡Que hay un Dios que nos ama hasta morir! ¡Que debemos experimentar la alegría de Cristo resucitado!

Los satanistas creen más que nosotros

Mirad ese pedazo de pan. Ese pedazo de pan que nosotros adoramos, ese pedazo de pan blanco con el que nos nutrimos… ahí está realmente el cuerpo de Jesús. Y esto os lo digo con un gran dolor, porque los satanistas creen más que nosotros que ahí está el cuerpo de Jesús. Nosotros tenemos que empezar a creer. Tenemos que empezar a vivir a Jesús. Mirad san Pablo. Él decía: «No soy yo quien vive, es Jesús quien vive en mí» .

Utiliza el sufrimiento, pero no huyas de él

Os lo repito, no huyáis del sufrimiento, utilizarlo. Levádselo a Jesús y ese sufrimiento se transformará en amor.

Me despido con una frase de Edith Stein . Cuando Edith Stein se convirtió, le preguntaron por qué se había convertido al catolicismo, y ella respondió: «Yo busqué el amor. Y encontré a Jesús».

<><

De Colores

miércoles, 21 de abril de 2010

La vida es...

Hoy ha llegado a mi corazón esta frase:

"La vida es eso que te ocurre mientras haces planes"

Mientras empezaba a rumiarla ha llegado este video...



El video habla de la vocación religiosa... pero sirve para todos... porque a TODOS nos llama el Señor a ser santos... a ser felices...

cuando escuches la voz del Señor... ¡síguele!

jueves, 15 de abril de 2010

CARTA PASTORAL DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI A LOS CATÓLICOS DE IRLANDA

Me pedía Jaime hace unos días que publicara el párrafo que más me había llamado la atención de la Carta Pastoral que el Papa envía a los católicos de Irlanda.

La verdad es que no tiene desperdicio y es muy difícil quedarse con un párrafo... así que la pongo entera (xq merece mucho la pena leerla) y resalto algunas de las cosas que más me han gustado...

Jaime, lo que más me llega al corazón es encontrar al Papa-padre... que se duele con sus hijos y por sus hijos y que a todos hace el mayor de los regalos: la Verdad... Dios mismo en cada acto, en cada situación... el Amor de Dios implacable con el pecado e infinitamente misericordioso con el dolor.

Gracias por hacerme profundizar y pararme más en esta carta que tanto bien hace a la "irlandesa" que llevo dentro...

Bss




CARTA PASTORAL DEL SANTO PADRE
BENEDICTO XVI
A LOS CATÓLICOS DE IRLANDA


1. Queridos hermanos y hermanas de la Iglesia en Irlanda, os escribo con gran preocupación como Pastor de la Iglesia universal. Al igual que vosotros, estoy profundamente consternado por las noticias que han salido a la luz sobre el abuso de niños y jóvenes vulnerables por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda, especialmente sacerdotes y religiosos. Comparto la desazón y el sentimiento de traición que muchos de vosotros habéis experimentado al enteraros de esos actos pecaminosos y criminales y del modo en que los afrontaron las autoridades de la Iglesia en Irlanda.
Como sabéis, invité hace poco a los obispos de Irlanda a una reunión en Roma para que informaran sobre cómo abordaron esas cuestiones en el pasado e indicaran los pasos que habían dado para hacer frente a esta grave situación. Junto con algunos altos prelados de la Curia romana escuché lo que tenían que decir, tanto individualmente como en grupo, mientras proponían un análisis de los errores cometidos y las lecciones aprendidas, y una descripción de los programas y procedimientos actualmente en curso. Nuestras reflexiones fueron francas y constructivas. Confío en que, como resultado, los obispos estén ahora en una posición más fuerte para continuar la tarea de reparar las injusticias del pasado y afrontar las cuestiones más amplias relacionadas con el abuso de menores de manera conforme con las exigencias de la justicia y las enseñanzas del Evangelio.

2. Por mi parte, teniendo en cuenta la gravedad de estos delitos y la respuesta a menudo inadecuada que han recibido por parte de las autoridades eclesiásticas de vuestro país, he decidido escribir esta carta pastoral para expresaros mi cercanía a vosotros, y proponeros un camino de curación, renovación y reparación.

En realidad, como han indicado muchas personas en vuestro país, el problema de abuso de menores no es específico de Irlanda ni de la Iglesia. Sin embargo, la tarea que tenéis ahora por delante es la de hacer frente al problema de los abusos ocurridos dentro de la comunidad católica de Irlanda y de hacerlo con valentía y determinación. Que nadie se imagine que esta dolorosa situación se va a resolver pronto. Se han dado pasos positivos pero todavía queda mucho por hacer. Se necesita perseverancia y oración, con gran confianza en la fuerza sanadora de la gracia de Dios.

Al mismo tiempo, también debo expresar mi convicción de que para recuperarse de esta dolorosa herida, la Iglesia en Irlanda debe reconocer en primer lugar ante Dios y ante los demás los graves pecados cometidos contra niños indefensos. Ese reconocimiento, junto con un sincero pesar por el daño causado a las víctimas y a sus familias, debe desembocar en un esfuerzo conjunto para garantizar que en el futuro los niños estén protegidos de semejantes delitos.

Mientras afrontáis los retos de este momento, os pido que recordéis la "roca de la que fuisteis tallados" (Is 51, 1). Reflexionad sobre la generosa y a menudo heroica contribución que han dado a la Iglesia y a la humanidad generaciones de hombres y mujeres irlandeses, y haced que esa reflexión impulse a un honrado examen de conciencia personal y a un convencido programa de renovación eclesial e individual. Rezo para que la Iglesia en Irlanda, asistida por la intercesión de sus numerosos santos y purificada por la penitencia, supere esta crisis y vuelva a ser una vez más testigo convincente de la verdad y la bondad de Dios todopoderoso, que se han manifestado en su Hijo Jesucristo.

3. A lo largo de la historia, los católicos irlandeses han demostrado ser, tanto en su patria como fuera de ella, una fuerza motriz del bien. Monjes celtas como san Columbano difundieron el Evangelio en Europa occidental y sentaron las bases de la cultura monástica medieval. Los ideales de santidad, caridad y sabiduría trascendente, nacidos de la fe cristiana, se plasmaron en la construcción de iglesias y monasterios, y en la creación de escuelas, bibliotecas y hospitales, que contribuyeron a consolidar la identidad espiritual de Europa. Aquellos misioneros irlandeses debían su fuerza y su inspiración a la firmeza de su fe, al fuerte liderazgo y a la rectitud moral de la Iglesia en su tierra natal.

A partir del siglo XVI, los católicos en Irlanda sufrieron un largo período de persecución, durante el cual lucharon por mantener viva la llama de la fe en circunstancias difíciles y peligrosas. San Oliverio Plunkett, arzobispo mártir de Armagh, es el ejemplo más famoso de una multitud de valerosos hijos e hijas de Irlanda dispuestos a dar su vida por la fidelidad al Evangelio. Después de la Emancipación Católica, la Iglesia fue libre para volver a crecer. Las familias y un sinfín de personas que habían conservado la fe en el momento de la prueba se convirtieron en la chispa de un gran renacimiento del catolicismo irlandés en el siglo XIX. La Iglesia escolarizaba, especialmente a los pobres, lo cual supuso una importante contribución a la sociedad irlandesa. Entre los frutos de las nuevas escuelas católicas se cuenta el aumento de las vocaciones: generaciones de misioneros -sacerdotes, hermanas y hermanos- dejaron su patria para servir en todos los continentes, sobre todo en el mundo de habla inglesa. Eran admirables no sólo por la vastedad de su número, sino también por la fuerza de su fe y la solidez de su compromiso pastoral. Muchas diócesis, especialmente en África, América y Australia, se han beneficiado de la presencia de clérigos y religiosos irlandeses, que predicaron el Evangelio y fundaron parroquias, escuelas y universidades, clínicas y hospitales, abiertas tanto a los católicos como al resto de la sociedad, prestando una atención particular a las necesidades de los pobres.

En casi todas las familias irlandesas ha habido siempre alguien —un hijo o una hija, una tía o un tío— que ha entregado su vida a la Iglesia. Con razón, las familias irlandesas tienen un gran respeto y afecto por sus seres queridos que han dedicado su vida a Cristo, compartiendo el don de la fe con otros y llevando esa fe a la práctica con un servicio amoroso a Dios y al prójimo.

4. En las últimas décadas, sin embargo, la Iglesia en vuestro país ha tenido que afrontar nuevos y graves retos para la fe debidos a la rápida transformación y secularización de la sociedad irlandesa. El cambio social ha sido muy veloz y con frecuencia ha repercutido adversamente en la tradicional adhesión de las personas a la enseñanza y los valores católicos. Asimismo, a menudo se dejaban de lado las prácticas sacramentales y devocionales que sostienen la fe y la hacen capaz de crecer, como la confesión frecuente, la oración diaria y los retiros anuales. También fue significativa en ese período la tendencia, incluso por parte de sacerdotes y religiosos, a adoptar formas de pensamiento y de juicio de las realidades seculares sin suficiente referencia al Evangelio. El programa de renovación propuesto por el concilio Vaticano ii a veces fue mal entendido y, además, a la luz de los profundos cambios sociales que estaban teniendo lugar, no era nada fácil discernir la mejor manera de realizarlo. En particular, hubo una tendencia, motivada por buenas intenciones, pero equivocada, a evitar los enfoques penales de las situaciones canónicamente irregulares. En este contexto general debemos tratar de entender el desconcertante problema del abuso sexual de niños, que ha contribuido no poco al debilitamiento de la fe y a la pérdida de respeto por la Iglesia y sus enseñanzas.

Sólo examinando cuidadosamente los numerosos elementos que dieron lugar a la crisis actual es posible efectuar un diagnóstico claro de sus causas y encontrar remedios eficaces. Ciertamente, entre los factores que contribuyeron a ella, podemos enumerar: procedimientos inadecuados para determinar la idoneidad de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa; insuficiente formación humana, moral, intelectual y espiritual en los seminarios y noviciados; una tendencia en la sociedad a favorecer al clero y otras figuras de autoridad y una preocupación fuera de lugar por el buen nombre de la Iglesia y por evitar escándalos, cuyo resultado fue la falta de aplicación de las penas canónicas en vigor y la falta de tutela de la dignidad de cada persona. Hay que actuar con urgencia para contrarrestar estos factores, que han tenido consecuencias tan trágicas para la vida de las víctimas y sus familias y han obscurecido la luz del Evangelio como no lo habían logrado ni siquiera siglos de persecución.

5. En varias ocasiones, desde mi elección a la Sede de Pedro, me he encontrado con víctimas de abusos sexuales y estoy dispuesto a seguir haciéndolo en futuro. He hablado con ellos, he escuchado sus historias, he constatado su sufrimiento, he rezado con ellos y por ellos. Anteriormente en mi pontificado, preocupado por abordar esta cuestión, pedí a los obispos de Irlanda, durante la visita "ad limina" de 2006, "establecer la verdad de lo sucedido en el pasado, dar todos los pasos necesarios para evitar que se repita en el futuro, garantizar que se respeten plenamente los principios de justicia y, sobre todo, curar a las víctimas y a todos los afectados por esos crímenes abominables" (Discurso a los obispos de Irlanda, 28 de octubre de 2006: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 3 de noviembre de 2006, p. 3).

Con esta carta quiero exhortaros a todos vosotros, como pueblo de Dios en Irlanda, a reflexionar sobre las heridas infligidas al cuerpo de Cristo, sobre los remedios necesarios, a veces dolorosos, para vendarlas y curarlas , y sobre la necesidad de unidad, caridad y ayuda mutua en el largo proceso de recuperación y renovación eclesial. Me dirijo ahora a vosotros con palabras que me salen del corazón, y quiero hablar a cada uno de vosotros y a todos vosotros como hermanos y hermanas en el Señor.

6. A las víctimas de abusos y a sus familias

Habéis sufrido inmensamente y eso me apesadumbra en verdad. Sé que nada puede borrar el mal que habéis soportado. Vuestra confianza ha sido traicionada y vuestra dignidad ha sido violada. Muchos habéis experimentado que cuando teníais el valor suficiente para hablar de lo que os había pasado, nadie quería escucharos. Los que habéis sufrido abusos en los internados debéis haber sentido que no había manera de escapar de vuestros sufrimientos. Es comprensible que os resulte difícil perdonar o reconciliaros con la Iglesia. En su nombre, expreso abiertamente la vergüenza y el remordimiento que sentimos todos. Al mismo tiempo, os pido que no perdáis la esperanza. En la comunión con la Iglesia es donde nos encontramos con la persona de Jesucristo, que fue él mismo víctima de la injusticia y del pecado. Como vosotros, aún lleva las heridas de su sufrimiento injusto. Él entiende la profundidad de vuestro dolor y la persistencia de su efecto en vuestra vida y en vuestras relaciones con los demás, incluyendo vuestra relación con la Iglesia. Sé que a algunos de vosotros les resulta difícil incluso entrar en una iglesia después de lo que ha sucedido. Sin embargo, las heridas mismas de Cristo, transformadas por sus sufrimientos redentores, son los instrumentos que han roto el poder del mal y nos hacen renacer a la vida y la esperanza. Creo firmemente en el poder curativo de su amor sacrificial —incluso en las situaciones más oscuras y sin esperanza— que trae la liberación y la promesa de un nuevo comienzo.

Al dirigirme a vosotros como pastor, preocupado por el bien de todos los hijos de Dios, os pido humildemente que reflexionéis sobre lo que he dicho. Ruego para que, acercándoos a Cristo y participando en la vida de su Iglesia —una Iglesia purificada por la penitencia y renovada en la caridad pastoral— descubráis de nuevo el amor infinito de Cristo por cada uno de vosotros. Estoy seguro de que de esta manera seréis capaces de encontrar reconciliación, profunda curación interior y paz.

7. A los sacerdotes y religiosos que han abusado de niños

Habéis traicionado la confianza depositada en vosotros por jóvenes inocentes y por sus padres. Debéis responder de ello ante Dios todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos. Habéis perdido la estima de la gente de Irlanda y arrojado vergüenza y deshonor sobre vuestros hermanos sacerdotes o religiosos. Los que sois sacerdotes habéis violado la santidad del sacramento del Orden, en el que Cristo mismo se hace presente en nosotros y en nuestras acciones. Además del inmenso daño causado a las víctimas, se ha hecho un daño enorme a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa.

Os exhorto a examinar vuestra conciencia, a asumir la responsabilidad de los pecados que habéis cometido y a expresar con humildad vuestro pesar. El arrepentimiento sincero abre la puerta al perdón de Dios y a la gracia de la verdadera enmienda. Debéis tratar de expiar personalmente vuestras acciones ofreciendo oraciones y penitencias por aquellos a quienes habéis ofendido. El sacrificio redentor de Cristo tiene el poder de perdonar incluso el más grave de los pecados y de sacar el bien incluso del más terrible de los males. Al mismo tiempo, la justicia de Dios nos pide dar cuenta de nuestras acciones sin ocultar nada. Admitid abiertamente vuestra culpa, someteos a las exigencias de la justicia, pero no desesperéis de la misericordia de Dios.

8. A los padres

Os habéis sentido profundamente conmocionados al conocer los hechos terribles que sucedían en el que debía haber sido el entorno más seguro de todos. En el mundo de hoy no es fácil construir un hogar y educar a los hijos. Se merecen crecer en un ambiente seguro, con cariño y amor, con un fuerte sentido de su identidad y su valor. Tienen derecho a ser educados en los auténticos valores morales, enraizados en la dignidad de la persona humana, a inspirarse en la verdad de nuestra fe católica y a aprender modos de comportamiento y acción que los lleven a una sana autoestima y a la felicidad duradera. Esta tarea noble pero exigente está confiada en primer lugar a vosotros, sus padres. Os invito a desempeñar vuestro papel para garantizar a los niños los mejores cuidados posibles, tanto en el hogar como en la sociedad en general, mientras la Iglesia, por su parte, sigue aplicando las medidas adoptadas en los últimos años para proteger a los jóvenes en los ambientes parroquiales y escolares. Os aseguro que estoy cerca de vosotros y os ofrezco el apoyo de mis oraciones mientras cumplís vuestras importantes responsabilidades

9. A los niños y jóvenes de Irlanda

Quiero dirigiros una palabra especial de aliento. Vuestra experiencia de la Iglesia es muy diferente de la de vuestros padres y abuelos. El mundo ha cambiado mucho desde que ellos tenían vuestra edad. Sin embargo, todas las personas, en cada generación, están llamadas a recorrer el mismo camino durante la vida, cualesquiera que sean las circunstancias. Todos estamos escandalizados por los pecados y fallos de algunos miembros de la Iglesia, en particular de los que fueron elegidos especialmente para guiar y servir a los jóvenes. Pero es en la Iglesia donde encontraréis a Jesucristo, que es el mismo ayer, hoy y siempre (cf. Hb 13, 8). Él os ama y se entregó por vosotros en la cruz. Buscad una relación personal con él dentro de la comunión de su Iglesia, porque él nunca traicionará vuestra confianza. Sólo él puede satisfacer vuestros anhelos más profundos y dar pleno sentido a vuestra vida, orientándola al servicio de los demás. Mantened vuestra mirada fija en Jesús y en su bondad, y proteged la llama de la fe en vuestro corazón. Espero en vosotros para que, junto con vuestros hermanos católicos en Irlanda, seáis discípulos fieles de nuestro Señor y aportéis el entusiasmo y el idealismo tan necesarios para la reconstrucción y la renovación de nuestra amada Iglesia.

10. A los sacerdotes y religiosos de Irlanda

Todos nosotros estamos sufriendo las consecuencias de los pecados de nuestros hermanos que han traicionado una obligación sagrada o no han afrontado de forma justa y responsable las denuncias de abusos. A la luz del escándalo y la indignación que estos hechos han causado, no sólo entre los fieles laicos sino también entre vosotros y en vuestras comunidades religiosas, muchos os sentís personalmente desanimados e incluso abandonados. También soy consciente de que a los ojos de algunos aparecéis tachados de culpables por asociación, y de que os consideran como si fuerais de alguna forma responsable de los delitos de los demás. En este tiempo de sufrimiento quiero reconocer la entrega de vuestra vida sacerdotal y religiosa, y vuestros apostolados, y os invito a reafirmar vuestra fe en Cristo, vuestro amor a su Iglesia y vuestra confianza en la promesa evangélica de redención, de perdón y de renovación interior. De esta manera, demostraréis a todos que donde abunda el pecado, sobreabunda la gracia (cf. Rm 5, 20).

Sé que muchos estáis decepcionados, desconcertados e irritados por la manera en que algunos de vuestros superiores han abordado esas cuestiones. Sin embargo, es esencial que cooperéis estrechamente con los que desempeñan cargos de autoridad y colaboréis a fin de garantizar que las medidas adoptadas para responder a la crisis sean verdaderamente evangélicas, justas y eficaces. Os pido, sobre todo, que seáis cada vez más claramente hombres y mujeres de oración, siguiendo con valentía el camino de la conversión, la purificación y la reconciliación. De esta manera, la Iglesia en Irlanda cobrará nueva vida y vitalidad gracias a vuestro testimonio del poder redentor de Dios que se hace visible en vuestra vida.

11. A mis hermanos obispos


No se puede negar que algunos de vosotros y de vuestros predecesores habéis fallado, a veces gravemente, a la hora de aplicar las normas, codificadas desde hace largo tiempo, del derecho canónico sobre los delitos de abusos de niños. Se han cometido graves errores en la respuesta a las acusaciones. Reconozco que era muy difícil captar la magnitud y la complejidad del problema, obtener información fiable y tomar decisiones adecuadas a la luz de los pareceres divergentes de los expertos. No obstante, hay que reconocer que se cometieron graves errores de juicio y hubo fallos de gobierno. Todo esto ha socavado gravemente vuestra credibilidad y eficacia. Aprecio los esfuerzos que habéis llevado a cabo para remediar los errores del pasado y para garantizar que no vuelvan a ocurrir. Además de aplicar plenamente las normas del derecho canónico concernientes a los casos de abusos de niños, seguid cooperando con las autoridades civiles en el ámbito de su competencia. Está claro que los superiores religiosos deben hacer lo mismo. También ellos participaron en las recientes reuniones en Roma con el propósito de establecer un enfoque claro y coherente de estas cuestiones. Es necesario revisar y actualizar constantemente las normas de la Iglesia en Irlanda para la protección de los niños y aplicarlas plena e imparcialmente, en conformidad con el derecho canónico.

Sólo una acción decidida llevada a cabo con total honradez y transparencia restablecerá el respeto y el aprecio del pueblo irlandés por la Iglesia a la que hemos consagrado nuestra vida. Debe brotar, en primer lugar, de vuestro examen de conciencia personal, de la purificación interna y de la renovación espiritual. El pueblo de Irlanda, con razón, espera que seáis hombres de Dios, que seáis santos, que viváis con sencillez y busquéis día tras día la conversión personal. Para ellos, en palabras de san Agustín, sois obispos, y sin embargo, con ellos estáis llamados a ser discípulos de Cristo (cf. Sermón 340, 1). Os exhorto, por tanto, a renovar vuestro sentido de responsabilidad ante Dios, para crecer en solidaridad con vuestro pueblo y profundizar vuestra solicitud pastoral por todos los miembros de vuestro rebaño. En particular, preocupaos por la vida espiritual y moral de cada uno de vuestros sacerdotes. Servidles de ejemplo con vuestra propia vida, estad cerca de ellos, escuchad sus preocupaciones, ofrecedles aliento en este momento de dificultad y alimentad la llama de su amor a Cristo y su compromiso al servicio de sus hermanos y hermanas.

Asimismo, hay que alentar a los laicos a que desempeñen el papel que les corresponde en la vida de la Iglesia. Asegurad su formación para que puedan dar razón del Evangelio, de modo articulado y convincente, en medio de la sociedad moderna (cf. 1 P 3, 15), y cooperen más plenamente en la vida y en la misión de la Iglesia. Esto, a su vez, os ayudará a volver a ser guías y testigos creíbles de la verdad redentora de Cristo.

12. A todos los fieles de Irlanda

La experiencia que un joven hace de la Iglesia debería fructificar siempre en un encuentro personal y vivificador con Jesucristo, dentro de una comunidad que lo ama y lo sustenta. En este entorno, hay que animar a los jóvenes a alcanzar su plena estatura humana y espiritual, a aspirar a altos ideales de santidad, caridad y verdad, y a inspirarse en la riqueza de una gran tradición religiosa y cultural. En nuestra sociedad cada vez más secularizada, en la que incluso los cristianos a menudo encontramos difícil hablar de la dimensión trascendente de nuestra existencia, tenemos que encontrar nuevos modos de transmitir a los jóvenes la belleza y la riqueza de la amistad con Jesucristo en la comunión de su Iglesia. Al afrontar la crisis actual, las medidas para contrarrestar adecuadamente los delitos individuales son esenciales, pero por sí solos no bastan: hace falta una nueva visión que inspire a la generación actual y a las futuras a atesorar el don de nuestra fe común. Siguiendo el camino indicado por el Evangelio, observando los mandamientos y conformando vuestra vida cada vez más a la persona de Jesucristo, experimentaréis seguramente la renovación profunda que necesita con urgencia nuestra época. Os invito a todos a perseverar en este camino.

13. Queridos hermanos y hermanas en Cristo, profundamente preocupado por todos vosotros en este momento de dolor, en que la fragilidad de la condición humana se revela tan claramente, os he querido ofrecer estas palabras de aliento y apoyo. Espero que las aceptéis como un signo de mi cercanía espiritual y de mi confianza en vuestra capacidad de afrontar los retos del momento actual, recurriendo, como fuente de renovada inspiración y fortaleza, a las nobles tradiciones de Irlanda de fidelidad al Evangelio, perseverancia en la fe y determinación en la búsqueda de la santidad. Juntamente con todos vosotros, oro con insistencia para que, con la gracia de Dios, se curen las heridas infligidas a tantas personas y familias, y para que la Iglesia en Irlanda experimente una época de renacimiento y renovación espiritual

14. Quiero proponeros, además, algunas medidas concretas para afrontar la situación.

Al final de mi reunión con los obispos de Irlanda, les pedí que la Cuaresma de este año se considerara tiempo de oración para una efusión de la misericordia de Dios y de los dones de santidad y fortaleza del Espíritu Santo sobre la Iglesia en vuestro país. Ahora os invito a todos a ofrecer durante un año, desde ahora hasta la Pascua de 2011, las penitencias de los viernes para este fin. Os pido que ofrezcáis vuestro ayuno, vuestras oraciones, vuestra lectura de la Sagrada Escritura y vuestras obras de misericordia para obtener la gracia de la curación y la renovación de la Iglesia en Irlanda. Os animo a redescubrir el sacramento de la Reconciliación y a aprovechar con más frecuencia el poder transformador de su gracia.

Hay que prestar también especial atención a la adoración eucarística, y en cada diócesis debe haber iglesias o capillas específicamente dedicadas a este fin. Pido a las parroquias, seminarios, casas religiosas y monasterios que organicen tiempos de adoración eucarística, para que todos tengan la oportunidad de participar. Con la oración ferviente ante la presencia real del Señor, podéis llevar a cabo la reparación por los pecados de abusos que han causado tanto daño y, al mismo tiempo, implorar la gracia de una fuerza renovada y un sentido más profundo de misión por parte de todos los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles.

Estoy seguro de que este programa llevará a un renacimiento de la Iglesia en Irlanda en la plenitud de la verdad misma de Dios, porque es la verdad la que nos hace libres (cf. Jn 8, 32).
Además, después de haber orado y consultado sobre esta cuestión, tengo la intención de convocar una visita apostólica en algunas diócesis de Irlanda, así como en seminarios y congregaciones religiosas. La visita tiene por finalidad ayudar a la Iglesia local en su camino de renovación y se hará en cooperación con las oficinas competentes de la Curia romana y de la Conferencia episcopal irlandesa. Los detalles se anunciarán a su debido tiempo.

También propongo que se convoque una Misión a nivel nacional para todos los obispos, sacerdotes y religiosos. Espero que gracias a la competencia de predicadores expertos y organizadores de retiros de Irlanda y de otros lugares, y examinando nuevamente los documentos conciliares, los ritos litúrgicos de la ordenación y la profesión, y las recientes enseñanzas pontificias, lleguéis a un aprecio más profundo de vuestras vocaciones respectivas, a fin de redescubrir las raíces de vuestra fe en Jesucristo y de beber en abundancia en las fuentes de agua viva que os ofrece a través de su Iglesia.

En este Año dedicado a los sacerdotes, os propongo de forma especial la figura de san Juan María Vianney, que comprendió tan profundamente el misterio del sacerdocio. "El sacerdote —escribió— tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes". El cura de Ars entendió perfectamente la gran bendición que supone para una comunidad un sacerdote bueno y santo: "Un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina". Que por la intercesión de san Juan María Vianney se revitalice el sacerdocio en Irlanda y toda la Iglesia en Irlanda crezca en la estima del gran don del ministerio sacerdotal.

Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias anticipadamente a todos aquellos que se implicarán en la tarea de organizar la visita apostólica y la Misión, así como a los numerosos hombres y mujeres que en toda Irlanda ya están trabajando para proteger a los niños en los ambientes eclesiales. Desde que se comenzó a entender plenamente la gravedad y la magnitud del problema de los abusos sexuales de niños en instituciones católicas, la Iglesia ha llevado a cabo una cantidad inmensa de trabajo en muchas partes del mundo para hacerle frente y ponerle remedio. Aunque no se debe escatimar ningún esfuerzo para mejorar y actualizar los procedimientos existentes, me anima el hecho de que las prácticas vigentes de tutela adoptadas por las Iglesias locales se consideran en algunas partes del mundo un modelo para otras instituciones.

Quiero concluir esta carta con una Oración especial por la Iglesia en Irlanda, que os envío con la solicitud de un padre por sus hijos y con el afecto de un cristiano como vosotros, escandalizado y herido por lo que ha ocurrido en nuestra amada Iglesia. Que, cuando recéis esta oración en vuestras familias, parroquias y comunidades, la santísima Virgen María os proteja y guíe a cada uno a una unión más íntima con su Hijo, crucificado y resucitado. Con gran afecto y firme confianza en las promesas de Dios, de corazón os imparto a todos mi bendición apostólica como prenda de fortaleza y paz en el Señor.

Vaticano, 19 de marzo de 2010, solemnidad de San José.



BENEDICTUS PP. XVI

ORACIÓN POR LA IGLESIA EN IRLANDA



Dios de nuestros padres,
renuévanos en la fe que es nuestra vida y salvación,
en la esperanza que promete perdón y renovación interior,
en la caridad que purifica y abre nuestro corazón
a amarte a ti, y en ti, a todos nuestros hermanos y hermanas.

Señor Jesucristo,
que la Iglesia en Irlanda renueve su compromiso milenario
en la formación de nuestros jóvenes en el camino
de la verdad y la bondad, la santidad y el servicio generoso a la sociedad.

Espíritu Santo, consolador, defensor y guía,
inspira una nueva primavera de santidad y celo apostólico
para la Iglesia en Irlanda.

Que nuestro dolor y nuestras lágrimas,
nuestro sincero esfuerzo por corregir los errores del pasado
y nuestro firme propósito de enmienda,
den una cosecha abundante de gracia
para la profundización de la fe
en nuestras familias, parroquias, escuelas y comunidades,
para el progreso espiritual de la sociedad irlandesa,
y el crecimiento de la caridad,
la justicia, la alegría y la paz en toda la familia humana.

A ti, Trinidad,
con plena confianza en la amorosa protección de María,
Reina de Irlanda, Madre nuestra,
y de san Patricio, santa Brígida y todos los santos,
nos encomendamos nosotros mismos,
y a nuestros hijos
así como las necesidades de la Iglesia en Irlanda.
Amén.

miércoles, 14 de abril de 2010

Testimonio de cine

Mientras hago -gustosa- los deberes que me ha regalado Jaime os dejo este post de otro camino por el que me gusta pasear.

Y es que el Señor siempre busca maneras de hacernos llegar destellos de esperanza...

¿Será Hollywood, Hollygod?

Disfrutad

<><


De Colores

lunes, 12 de abril de 2010

Mensaje del Papa para la Jornada de las Comunicaciones Sociales 2010




Mensaje del Papa para la Jornada de las Comunicaciones Sociales 2010 que será el próximo 16 de mayo

"El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra".


Mensaje del Papa para la Jornada de las Comunicaciones Sociales 2010
CIUDAD DEL VATICANO, sábado, 23 de enero de 2010 (ZENIT.org).-
* * *
Queridos Hermanos y Hermanas,
El tema de la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales - "El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra" - se inserta muy apropiadamente en el camino del Año Sacerdotal, y pone en primer plano la reflexión sobre un ámbito pastoral vasto y delicado como es el de la comunicación y el mundo digital, ofreciendo al sacerdote nuevas posibilidades de realizar su particular servicio a la Palabra y de la Palabra.

Las comunidades eclesiales, han incorporado desde hace tiempo los nuevos medios de comunicación como instrumentos ordinarios de expresión y de contacto con el propio territorio, instaurado en muchos casos formas de diálogo aún de mayor alcance. Su reciente y amplia difusión, así como su notable influencia, hacen cada vez más importante y útil su uso en el ministerio sacerdotal.

La tarea primaria del sacerdote es la de anunciar a Cristo, la Palabra de Dios hecha carne, y comunicar la multiforme gracia divina que nos salva mediante los Sacramentos. La Iglesia, convocada por la Palabra, es signo e instrumento de la comunión que Dios establece con el hombre y que cada sacerdote está llamado a edificar en Él y con Él. En esto reside la altísima dignidad y belleza de la misión sacerdotal, en la que se opera de manera privilegiada lo que afirma el apóstol Pablo: "Dice la Escritura: ´Nadie que cree en Él quedará defraudado´... Pues "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará". Ahora bien, ¿cómo van a invocarlo si no creen en Él? ¿Cómo van a creer si no oyen hablar de Él? ¿Y cómo van a oír sin alguien que les predique? ¿Y cómo van a predicar si no los envían?" (Rm 10,11.13-15).

Las vías de comunicación abiertas por las conquistas tecnológicas se han convertido en un instrumento indispensable para responder adecuadamente a estas preguntas, que surgen en un contexto de grandes cambios culturales, que se notan especialmente en el mundo juvenil. En verdad el mundo digital, ofreciendo medios que permiten una capacidad de expresión casi ilimitada, abre importantes perspectivas y actualiza la exhortación paulina: "¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!" (1 Co 9,16). Así pues, con la difusión de esos medios, la responsabilidad del anuncio no solamente aumenta, sino que se hace más acuciante y reclama un compromiso más intenso y eficaz. A este respecto, el sacerdote se encuentra como al inicio de una "nueva historia", porque en la medida en que estas nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas, y cuanto más se amplíen las fronteras del mundo digital, tanto más se verá llamado a ocuparse pastoralmente de este campo, multiplicando su esfuerzo para poner dichos medios al servicio de la Palabra.

Sin embargo, la creciente multimedialidad y la gran variedad de funciones que hay en la comunicación, pueden comportar el riesgo de un uso dictado sobre todo por la mera exigencia de hacerse presentes, considerando internet solamente, y de manera errónea, como un espacio que debe ocuparse. Por el contrario, se pide a los presbíteros la capacidad de participar en el mundo digital en constante fidelidad al mensaje del Evangelio, para ejercer su papel de animadores de comunidades que se expresan cada vez más a través de las muchas "voces" surgidas en el mundo digital. Deben anunciar el Evangelio valiéndose no sólo de los medios tradicionales, sino también de los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales (foto, vídeo, animaciones, blogs, sitios web), ocasiones inéditas de diálogo e instrumentos útiles para la evangelización y la catequesis.

El sacerdote podrá dar a conocer la vida de la Iglesia mediante estos modernos medios de comunicación, y ayudar a las personas de hoy a descubrir el rostro de Cristo. Para ello, ha de unir el uso oportuno y competente de tales medios - adquirido también en el período de formación - con una sólida preparación teológica y una honda espiritualidad sacerdotal, alimentada por su constante diálogo con el Señor. En el contacto con el mundo digital, el presbítero debe trasparentar, más que la mano de un simple usuario de los medios, su corazón de consagrado que da alma no sólo al compromiso pastoral que le es propio, sino al continuo flujo comunicativo de la "red".

También en el mundo digital, se debe poner de manifiesto que la solicitud amorosa de Dios en Cristo por nosotros no es algo del pasado, ni el resultado de teorías eruditas, sino una realidad muy concreta y actual. En efecto, la pastoral en el mundo digital debe mostrar a las personas de nuestro tiempo y a la humanidad desorientada de hoy que "Dios está cerca; que en Cristo todos nos pertenecemos mutuamente" (Discurso a la Curia romana para el intercambio de felicitaciones navideñas, 22 diciembre 2009).

¿Quién mejor que un hombre de Dios puede desarrollar y poner en práctica, a través de la propia competencia en el campo de los nuevos medios digitales, una pastoral que haga vivo y actual a Dios en la realidad de hoy? ¿Quién mejor que él para presentar la sabiduría religiosa del pasado como una riqueza a la que recurrir para vivir dignamente el hoy y construir adecuadamente el futuro? Quien trabaja como consagrado en los medios, tiene la tarea de allanar el camino a nuevos encuentros, asegurando siempre la calidad del contacto humano y la atención a las personas y a sus auténticas necesidades espirituales. Le corresponde ofrecer a quienes viven éste nuestro tiempo "digital" los signos necesarios para reconocer al Señor; darles la oportunidad de educarse para la espera y la esperanza, y de acercarse a la Palabra de Dios que salva y favorece el desarrollo humano integral. La Palabra podrá así navegar mar adentro hacia las numerosas encrucijadas que crea la tupida red de autopistas del ciberespacio, y afirmar el derecho de ciudadanía de Dios en cada época, para que Él pueda avanzar a través de las nuevas formas de comunicación por las calles de las ciudades y detenerse ante los umbrales de las casas y de los corazones y decir de nuevo: "Estoy a la puerta llamando. Si alguien oye y me abre, entraré y cenaremos juntos" (Ap 3, 20).

En el Mensaje del año pasado animé a los responsables de los procesos comunicativos a promover una cultura de respeto por la dignidad y el valor de la persona humana. Ésta es una de las formas en que la Iglesia está llamada a ejercer una "diaconía de la cultura" en el "continente digital". Con el Evangelio en las manos y en el corazón, es necesario reafirmar que hemos de continuar preparando los caminos que conducen a la Palabra de Dios, sin descuidar una atención particular a quien está en actitud de búsqueda.

Más aún, procurando mantener viva esa búsqueda como primer paso de la evangelización. Así, una pastoral en el mundo digital está llamada a tener en cuenta también a quienes no creen y desconfían, pero que llevan en el corazón los deseos de absoluto y de verdades perennes, pues esos medios permiten entrar en contacto con creyentes de cualquier religión, con no creyentes y con personas de todas las culturas. Así como el profeta Isaías llegó a imaginar una casa de oración para todos los pueblos (cf. Is 56,7), quizá sea posible imaginar que podamos abrir en la red un espacio - como el "patio de los gentiles" del Templo de Jerusalén - también a aquéllos para quienes Dios sigue siendo un desconocido.

El desarrollo de las nuevas tecnologías y, en su dimensión más amplia, todo el mundo digital, representan un gran recurso para la humanidad en su conjunto y para cada persona en la singularidad de su ser, y un estímulo para el debate y el diálogo. Pero constituyen también una gran oportunidad para los creyentes. Ningún camino puede ni debe estar cerrado a quien, en el nombre de Cristo resucitado, se compromete a hacerse cada vez más prójimo del ser humano. Los nuevos medios, por tanto, ofrecen sobre todo a los presbíteros perspectivas pastorales siempre nuevas y sin fronteras, que lo invitan a valorar la dimensión universal de la Iglesia para una comunión amplia y concreta; a ser testigos en el mundo actual de la vida renovada que surge de la escucha del Evangelio de Jesús, el Hijo eterno que ha habitado entre nosotros para salvarnos. No hay que olvidar, sin embargo, que la fecundidad del ministerio sacerdotal deriva sobre todo de Cristo, al que encontramos y escuchamos en la oración; al que anunciamos con la predicación y el testimonio de la vida; al que conocemos, amamos y celebramos en los sacramentos, sobre todo en el de la Santa Eucaristía y la Reconciliación.

Queridos sacerdotes, os renuevo la invitación a asumir con sabiduría las oportunidades específicas que ofrece la moderna comunicación. Que el Señor os convierta en apasionados anunciadores de la Buena Noticia, también en la nueva "ágora" que han dado a luz los nuevos medios de comunicación.
Con estos deseos, invoco sobre vosotros la protección de la Madre de Dios y del Santo Cura de Ars, y con afecto imparto a cada uno la Bendición Apostólica.

Vaticano, 24 de enero 2010, Fiesta de San Francisco de Sales.