lunes, 21 de enero de 2008

La Tapia




Comparto con vosotros una parábola de esas con las que el Señor sigue hablándonos en el siglo XXI y que a los duritos de mollera tanto bien nos hacen.

Ayer escuché a un sacerdote explicar que el pecado es como una tapia...

Cuando en el camino de nuestra vida nos encontramos con una tapia, a veces nos quedamos parados, bloqueados... no vemos más allá de ella... y no somos capaces de saltarla, ni escalarla ni treparla...

A menudo, cuando me encuentro con una tapia, me dedico a darme cabezazos y me hago daño...

Otras, cual adolescente antisistema, me dedico a hacer pintadas reivindicativas...

Contaba este sacerdote -digo que lo decía él por distanciarme del comentario ;-). Decía (el sacerdote, insisto) que hay quien en las tapias se dedica a hacer pis...

Tambíén la tapia puede usarsepara jugar al frontón, contar para el escondite o lanzarse unos sobre otros al más puro estilo churro va!

Son muchas las cosas que se pueden hacer... tantas que uno llega a olvidarse que iba en camino... con un rumbo fijo y la ilusión por encontrar las maravillas prometidas...

Yo... llego a la tapia y me olvido hasta de que estaba paseando...

Decía este sacerdote que esa tapia es el pecado... y que a veces vivimos la fe centrados en la tapia... en la nuestra y en la de los demás...

Mi pecado pa arriba, mi pecado pa abajo... el pecado de los demás pa arriba, pa abajo... Además, generalmente el segundo nos parece más grave y llamativo que el primero

Yo me he dado cuenta de que ando dandome cabezazos con una tapia y haciéndome daño... y contribuyendo con mis propios ladrillos, piedrecillas y argamasas a fortalecerla incluso a elevarla aún más...

De peregrina a albañil y casi sin darme cuenta... que cosas, verdad?

Me recordaba este sacerdote que al final del camino lo que hay es más grandioso que el Everest! Nos queda camino hasta que lleguemo (o no)... pero ya podemos gozarnos y regocijarnos en la maravilla del paisaje coronado por lo más grande de la naturaleza...

Nos invitaba a olvidarnos de la tapia... dejarla a un lado, rodearla... (ya nos ocuparemos -si tenemos que hacerlo- de ella)

Ya veremos que pasa con la tapia... igual se cae... igual la tiran... igual disfrutando del Everest aprendemos a escalar... igual nunca volvemos al camino tapiado...



Ese Everest es Dios... Su inmenso Amor...

Vivir la Gracia, de la Gracia y en la Gracia... Acoger y disfrutar del Don de Dios!

No sé... a mi me ha ayudado mucho y aquí me tenéis... intentando andar hacia los lados para rodear la tapia y dejar de perderme tantas cosas maravillosas que hay en mi vida!

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De Colores

4 comentarios:

Talita Plum dijo...

Jaime... antes de que me tires de las orejas por la extensión excesiva de la parrafada pido disculpas.

Ya sabes que mi capacidad de síntesis es poca o ninguna pero... puede que la ocasión lo mereciera!

De Colores

Raquel dijo...

Bravo por el sacerdote y bravo por ti, Ainhoa. Gracias por hacerme reflexionar sobre esto. De hecho últimamente, vengo pensando qué ridiculo es que cuando reconocemos que hemos pecado nos quedemos dandole vueltas a ello como si fuera una bolita que nos negamos a soltar... Y mira esto y mira lo otro... Qué poco valgo, qué mala soy, etc.

A ver si de una vez aprendemos a escalar o al menos a olvidarnos un poquillo de los metros de la tapia y seguro que confiando más en el amor y el poder de Dios dejamos el oficio de albañil...

Muchas gracias, reina. Me vas a permitir -si no, exploto- que suelte el chiste que me ha recordado el titulo de hoy.

· Señora, ¡está usted sorda!
· Sinvergüenza! ¿Y usted? ¿Se ha mirado al espejo?

Borja dijo...

Gracias!! Tuve la suerte de oírlo el otro día, y ahora he tenido la suerte de rezarlo...

Lo que yo entendí el otro día del "pis" fue un poco diferente, y yo prefiero quedarme con esta idea: dejar de lado la tapia, disfrutar del amor de Dios, de la gracia, y si vuelvo a ver la tapia otro día: me meo en ella, porque al lado del amor de Dios eso no merece más!...

Que Dios nos dé la fuerza para no tirar por la borda todo lo que nos regala!

Talita Plum dijo...

Borja... me ha costado entender tu petición así que no era tan obvio el error! Gracias por pasar y pisar y por caminar y hacerme caminar cuando me gustaría quedarme detrás de una roca y hacerme bicho bola.

Raquel! otra que es demasiado inteligente para mi... no voy a confesar aquí públicamente cuántas veces tuve que leer el chiste para entenderlo... cuando lo conseguí me hizo gracia y todo! Gracias por poner sonrisas en mi vida!