jueves, 28 de febrero de 2008

Sólo hay una cosa importante



Una pasada rápida por aquí para dejar la pisada gracias a la que he podido dar un paso hoy.

A veces sabemos lo que queremos vivir pero sólo el Señor puede concedérnoslo.

Sé que sólo Dios es lo importante pero hay urgencias que me arrastran a vivir una vida en la que me cuesta más verlo.

Cojeo, pero camino y por eso le doy gracias al Señor.

Gracias por todos los que dáis ánimo por el camino, por los que estáis en el silencio y los que me lleváis a cuestas a ratitos.

Que el Señor os bendiga a todos.



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De Colores

2 comentarios:

Borja dijo...

Sólo hay una cosa importante!

Saberlo es la primera condición para poder vivirlo...

Y, por suerte, no estamos llamados a hacerlo sólos :)

Anónimo dijo...

Un jesuita ejemplar, Juan García Pérez, amigo y consejero de Jaime Mayor, siempre repetía una frase de Lutero: aquello a lo que cada cual se entera, eso es su corazón.

Lo que yo me pregunto es si aquello a lo que nos entregamos merece o no la pena en algunas ocasiones. Si la intención en hacerlo es servir o la vanagloria.

Y luego, al margen de la propia entrega, del propio esfuerzo, está el Salmo 127: Si Dios no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen...

Ánimo!